Para tener una buena autoestima no basta con decirse "yo me valoro, yo me quiero". ¡Hay que demostrarlo!
Imagínate que estás en una relación y la otra persona no cesa en decirte que te quiere mucho pero, después, a la hora de la verdad, no para de hacerte desplantes y de tener faltas de respeto contigo. Pues, no me digas que me quieras tanto y quiéreme mejor, ¿verdad?
El amor no se demuestra solo de boquilla, sino, sobre todo, en el trato, con nuestros actos. Como tenemos una relación cada uno de nosotros con sí mismo, exactamente igual en esta relación.
Quererte es tratarte bien y, si te tratas bien, estarás reforzando el valor que te das: tu autoestima.
Por eso, he querido hacer para este post un decálogo de conductas y actitudes que tienen que ver con el trato que nos damos a nosotros mismos y que he llamado AUTOCUIDADOS. Porque si tienes una relación contigo (y la tienes), cuídala, cuídate.
Seguro que hay muchas maneras más de darte buenos autocuidados, pero creo que, para empezar, estas diez no están nada mal. Si te se ocurren otras, ¡ponlas en comentarios porfaplis!
Sin más dilación, aquí va:
DECÁLOGO DE AUTOCUIDADOS PARA REFORZAR LA AUTOESTIMA
1. Frente a ciertos comentarios negativos voy a hacer oídos sordos y los voy a interpretar como algo que dice más de la otra persona que de mí. Aceptaré la crítica, discerniendo la constructiva de la destructiva, y la que sea destructiva, la desecharé.
2. Me voy a reforzar positivamente (a través del refuerzo verbal o dándome algún tipo de premio) lo bueno que hago, lo bueno que tengo, lo bueno que soy.
3. Cuando me equivoque o no dé lo que se espera de mí, me voy a tratar con autocompasión: amabilidad, comprensión y paciencia. Me perdonaré cuando meta la pata y haré propósito de enmienda.
4. Me voy a hacer muchos regalos. Materiales y, sobre todo, no materiales: momentos de placer y autorrealización. No hay mejor regalo que darse tiempo.
5. Voy a tomar la iniciativa para conseguir cosas que quiero y sobre las que, por supuesto, tengo derecho. No voy a esperar a que el otro dé el paso o a que aparezca por sí sola la oportunidad, seré proactivo en la consecución de mis objetivos.
6. Cuando tenga un mal día, me voy a dar el GUSTAZO de permitirme ese mal día, de estar mal, sin entrar en culpas ni victimismos ni dramas, ¡voy a aceptar plenamente mis penas y amarguras ya que no se puede estar bien siempre, leñe!
7. Cuando algo me provoque inseguridad, me voy a dar confianza para hacerlo, porque los miedos se superan afrontándolos. Si me da miedo, lo hago con miedo. Si va bien, ¡a celebrarlo!, y si me va mal, ajo y agua, pero al menos me quedo con el buen sabor de haberme atrevido.
8. Voy a rodearme de gente que me aporte cosas positivas y poner distancia respecto a los que me restan o aportan negatividad. Perdonaré a los demás si se equivocan conmigo, porque son humanos, pero no me ataré a una relación que me hace mal.
9. Voy a escuchar más a mi cuerpo y darme descanso cuando lo necesite y quitarme obligaciones y responsabilidades, cuando pueda, para poder hacer más lo que más me gusta hacer.
10. Voy a priorizarme más. No pensaré exclusivamente en mis necesidades y deseos, ya que vivo en comunidad y he de pensar también en el otro. Pero, a la hora de hacer una elección, me tendré siempre en cuenta, pensaré en mí. Y si he de decir que no, lo haré, porque decir que no a otro es decirse sí a uno mismo.
No estaría mal aplicar estos autocuidados como máximas de vida, ¿verdad? ¡Pues hala, ¡a autocuidarse!
Y ya sabéis, si se os ocurre algún autocuidado más, ponedlo en comentarios.
Cuestiona todo lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.
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Y, con mucho cuidado y amor, ¡recibe este abrazo!