martes, 31 de mayo de 2022

EL MANIFIESTO DE RENUNCIA Y COMPROMISO

El neuroticismo es inestabilidad emocional provocada por una sensación de necesidad elevada de control. La persona siente que necesita demasiado control en su vida. Para evitar el fracaso o la adversidad, para estar atento a las posibles amenazas con las que pueda encontrarse y no dejar pasar ni una. Esto provoca mucha presión y tensión que deriva en inseguridad, estrés y ansiedad.


¿Cómo tratan de obtener ese control las personas con neuroticismo elevado?


- A través de la hiperactividad mental (rumiaciones y pre-ocupaciones). 


- A través de la autoexigencia excesiva o perfeccionismo. Hacerlo todo bien siempre y llevarlo todo para delante. Recordarlo todo, anticiparme a todo, tenerlo todo previsto. ¡No puedo fallar, no se me puede pasar ni una! También, a través del automachaque (las culpas), por no cumplir con estándares tan elevados.


- A través de la certidumbre. Deseo, ¡no!, me exijo a mí mismo saberlo todo y estar seguro (lo cual lleva a hiperactividad mental y perfeccionismo).


Cuando soltamos control, ¿sabéis qué pasa? Que los resultados externos no cambian mucho, porque la mente se esfuerza, infructuosamente, por controlar cosas que están fuera de nuestro control, y sin embargo, lo que sí que cambia, es nuestro interior: menos estrés, menos inseguridad, menos autoexigencias... más fluir, más dejarme llevar, más paz interior.


Hemos de hacer, para ello, un ejercicio consciente de renuncia: renunciar a pensar tanto. El automatismo, la respuesta automática, será sobrepensar, pero se trata de darse cuenta y dejar de hacerlo, poniendo la atención en otra cosa. Renunciar a hacerlo todo bien y a que todo vaya bien en mi vida, ¡estamos más que preparados para afrontar problemas y adversidades inesperadas, leñe! Y repetirnos a nosotros mismos frases como "Ni lo sé ni lo puedo saber", "No puedo hacer más de lo que ya estoy haciendo", "Soy suficiente tal como soy", para renunciar a la certidumbre, al control y al perfeccionismo.


Un ejercicio que suelo mandar en terapia para cumplir con este objetivo de renuncia y cambio es el Manifiesto de renuncia y compromiso. Escribe un manifiesto en el que declares renunciar a ciertos hábitos mentales y conductuales que son tóxicos para ti y te propongas sustituirlos por otros más sanos y útiles. Ejemplo: "Yo, Fulanito de Tal y Pascual, RENUNCIO a castigarme con la culpa cuando algo me salga mal y etc y etc. y ME COMPROMETO a ser más amable, comprensivo y paciente conmigo y etc y etc". Pon todo lo que se te ocurra. Mientras más específico seas, mejor. Comprométete realmente con el contenido de tu manifiesto. Reléelo, recuérdatelo.


No olvidemos también la importancia de relativizar, de poner las cosas en su sitio y darle la gravedad que se merecen. No has venido al mundo a ser perfecto ni a que tu vida sea perfecta. Has venido a VIVIR. Y eso, por poco que nos guste, implica imperfección, fracaso, desorden, incertidumbre, adversidad y dolor. Deja que la vida sea. Confía. Entrégate. Que sea lo que tenga que ser.


Y cuando sea bueno, disfruta.


Y, como no todo puede ser bueno, cojones, cuando sea malo, aprende.


Cuestiona todo lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.


Si te gustó el post, comenta y comparte. No te lo quedes solo para ti, por favor.


Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. Tengo un libro muy chulo llamado La dictadura de la felicidad. Y este jueves 19 estoy en Rincón de la Victoria haciendo el evento El poder transformador de las historias. Si puedes pasarte, ¡no te lo pierdas!


Y, cómo no, ¡recibe este abrazo!


lunes, 16 de mayo de 2022

¿CUÁL ES TU VERDADERA ESENCIA?

¿Quién eres? ¿Te conoces? ¿No has tenido nunca la sensación de ser un desconocido para ti mismo? A veces te ha pasado, ¿verdad? No te preocupes. Es normal. A mí también.


Venimos al mundo con una base genética heredada. Luego, desde el principio (incluso desde que somos fetos), vivimos multitud de experiencias sensoriales, emocionales y cognitivas que van modulando esa base genética y transformándose en un patrón de personalidad. Después, un poco más adelante, para cumplir con las normas de los adultos, para que nos den el regalo que queremos, para integrarnos en el grupo, empezamos a adquirir actitudes y conductas sociales en función de sus probabilidades de éxito y fracaso. Nos ponemos "capas de cebolla". Y, entre tanta capa y capa es normal que llegue un día en el que nos preguntemos ¿pero quién soy yo realmente?


Y en ese punto exacto es donde me hago la siguiente pregunta: ¿Cuál es nuestra verdadera esencia, aquello que hemos aprendido a ser (nuestra personalidad), en base a aprendizajes que no hemos elegido, o aquello que queremos ser en base a nuestros deseos y necesidades percibidos hoy?


¿Elegiste tus genes? ¿Elegiste tu familia? ¿Elegiste al compañero que se sentó a tu lado el primer día de clase? ¿Elegiste tu educación, tu contexto cultural, tu estatus socio-económico? ¿Elegiste que tu primera pareja te maltratase, que tus primeros jefes fueran déspotas contigo, que tus amigos no te entendieran cuando les hablabas de tus sentimientos?


Sin embargo, hoy, independientemente de la edad que tengas, sí puedes tomar elecciones (algunas más acertadas, otras menos... no somos perfectos) encaminadas a descubrirte y a hacerte.


¿Qué quieres practicar en esta vida? ¿Qué quieres que abunde en ti y en lo que te rodea? ¿Qué quieres eliminar o reducir? ¿Con qué puntos vulnerables de ti necesitas reconciliarte? ¿Qué fortalezas te gustaría potenciar y aprovechar más? ¿Qué habilidades te propones desarrollar? ¿Cuáles son los sentimientos y acciones con los que te sientes más tú, más autorrealizado? ¿Eres competitivo o generoso? ¿Eres hostil o amable? ¿Quieres vivir en el miedo y la ira o quieres vivir en el amor?


Hay mucha gente que dice "yo soy así", sin darse cuenta de que cuando dicen eso, en realidad, están diciendo "he aprendido a ser así y ahora me da miedo cambiar". No se dan cuenta de que cambiar, quizá, sea acercarse más y más a su verdadero yo, a su esencia.


¿Eres quien has aprendido a ser, sin haberlo elegido, o eres quien quieres ser?


Por supuesto, hay límites. Nuestra genética y nuestros aprendizajes pasados ponen un tope a ese proceso de cambio. Pero, quizá, solo quizá, todas estas preguntas que te (me) he invitado a hacer, sean el punto de partida de ese cambio.


Después de todo, siempre digo que las personas no somos, sino que estamos inmersos en un continuo proceso de cambio, de transformación. Somos parte de un viaje llamado vida. Y tú puedes decidir el rumbo.


¡Buen viaje a ti!


Cuestiona todo lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.


Si te gustó el post, compártelo, por favor, no te lo quedes solo para ti. También puedes dejar comentarios.


Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. Puedes saber más de mi libro, La Dictadura de la Felicidad, y descargarte gratis el primer capítulo, aquí.


Y, como siempre, ¡recibe este abrazo!