
La
tercera edad es la etapa culmen en la vida del ser humano. En
ella se presenta un deterioro, tanto en las funciones físicas como
cognitivas, destacándose el papel de las terapias psicológicas
para afrontar la senectud.
Hoy,
te invito a conocer la importancia de este tipo de intervenciones en
un grupo poblacional de gran importancia dentro de nuestra sociedad.
¿Por
qué es de vital importancia?
Tan
sólo en España, casi el 20% de nuestra población está formada por
personas que han sobrepasado los 60 años. Si extrapolamos estos
datos al marco internacional, comprobaremos que nos encontramos entre
los 5 países europeos con un mayor número de ancianos:
- Alemania 17,5 millones.
- Italia: 13,5 millones.
- Francia: 12,9 millones.
- Reino Unido: 11,9 millones.
- España: 8,8 millones.
Por
otra parte, se trata de un periodo de la vida en la que,
indiscutiblemente, se produce un deterioro cognitivo,
afectando a todas las actividades y habilidades mentales que el
individuo emplea al relacionarse con su entorno.
Este
hecho, sumado al aumento del número de mayores y la prolongación de
esta etapa de la vida ponen de manifiesto la importancia de la
especialización en este ámbito dentro de la psicología.
Cada
vez es más necesaria la formación y especialización de
psicólogos. El máster en psicogeriatría, especialidad de la salud mental
que aborda la tercera edad, es una herramienta clave para el
tratamiento psicológico de este grupo poblacional.
En
la actualidad, diversos expertos investigan sobre el deterioro de las
funciones cognitivas que se produce en edades avanzadas.
Este
es un fenómeno heterogéneo, pues no afecta a todos por
igual, independientemente de que se produzca en todos los sujetos,
siendo la estimulación cognitiva la terapia idónea para afrontar
esta barrera.
¿En
qué consiste la estimulación cognitiva?
Se
trata de un proceso de rehabilitación que busca alcanzar el
estado máximo posible de bienestar a nivel emocional, entrenando a
las personas mayores a recuperar y entrenar habilidades (mentales y
sociales) ya olvidadas. Como resultado, estas se conservan durante
más tiempo, retrasando su pérdida total.
La
estimulación cognitiva es una intervención total, pues
aborda aspectos sociales, biológicos y familiares, prestando
especial atención a la afectividad y la conducta para mejorar su
calidad de vida.
Entre
los aspectos que se refuerzan durante esta estimulación se
encuentran la memoria, el lenguaje, el cálculo, la orientación y
la capacidad de ejecución de movimientos bucofaciales y de las
extremidades.
Todos
estos aspectos, una vez entrenados, aumentan la calidad de vida de
las personas mayores y su capacidad para relacionarse con el
entorno, facilitando enormemente la estadía de su última etapa.

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