miércoles, 7 de diciembre de 2022

¿SE PUEDE LLENAR EL VACÍO DE UNA PERSONA QUE SE HA IDO?

En estas épocas navideñas que se acercan se fomentan las reuniones familiares, y es completamente normal que, si no todos, la mayoría de nosotros, eche en falta a alguien y que experimente una sensación de vacío.


Ante esa sensación, podemos preguntarnos si se puede llenar el vacío que nos ha dejado esa persona. Y la respuesta, probablemente, sería no. Cada persona es única, irrepetible y tomar consciencia de que las vivencias que hemos tenido con ella no volverán, más que en nuestros recuerdos, deja un profundo pozo de dolor. Este dolor debemos permitírnoslo, sin dotarlo de un significado negativo, sin terribilizarlo, dejarlo estar, y entender que es normal que sea más vívido en una época como la Navidad.


Pero, si la pregunta es si podemos llenar el vacío que sentimos, no el que nos ha dejado la persona que se ha ido, sino todo el vacío que sentimos, el vacío que creemos que somos, la respuesta probablemente sea sí. Trayéndonos el amor de las personas que siguen estando ahí, de nuestros seres queridos, sean familiares, amigos, compañeros de trabajo o incluso vecinos.


Solemos caer en la visión túnel, nuestra percepción se obceca en ver solo aquella persona que nos falta. Y no se trata de distraer la mirada y hacer como si no pasara nada. Esa persona no está ahí, esa silla está vacía. Pero, ¿podemos dar un paso atrás y ampliar nuestra visión, salir del túnel, y observar el resto de sillas que están ocupadas?


No se trata de reemplazar el amor del ser querido que se ha ido, ya que seguramente es irremplazable. Se trata de acompañar la pérdida de ese amor, trayendo el amor de otras personas que son importantes y queridas para ti. No se trata de eliminar el dolor sino de aliviarlo con amor. Trayéndote amor. Y algunas maneras de hacerlo son:


1. Cuando te acuerdes de esa persona que ya no está, permítete ese recuerdo, date ese momento, aunque te duela. No está pasando nada malo, es lo normal. Luego, para no quedarte todo el tiempo ahí, acompaña ese dolor trayendo a tu recuerdo las personas que quieres y por las que te sientes querido.


2. Cuando estés en una reunión familiar, haz una cosa parecida: permítete que tu visión se vaya hacia esa silla vacía a la que extrañas. Sin embargo, para no quedarte solo ahí, redirige tu atención hacia las otras sillas, las ocupadas, y cualquier comentario, cualquier gesto, cualquier interacción positiva con esas personas, trata de recibirlas con gratitud, ya que podrían ser la última, igual que un día así fue también con la persona que se ha ído.


3. Busca el afecto con esas personas. No tiene por qué ser solo en las fechas señaladas. Tomar un café, hacer una llamada o mandar un mensaje simplemente para decir "Me acordé de ti y quería decirte que te quiero". ¿Quieres traer el amor de  los tuyos? Ámalos.


El vacío de una persona querida que se va es irreemplazable. Pero eso no nos hace estar totalmente vacíos. Podemos llenarnos, y mucho, con amor. Así que ama, ¡e ínflate de amor!


Cuestiona todo lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.


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Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. También tengo un libro titulado La dictadura de la felicidad.


¡Y recibe este abrazo! 

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