Ya sea por el ambiente que se genera, por las vacaciones, o por el espíritu navideño, muchas personas caen en una especie de depresión post-navidad (no es una depresión clínica, solo una bajada del estado de ánimo). La vuelta al trabajo y a la rutina a veces se hacen cuesta arriba. Otros en cambio están encantados con que la Navidad se haya acabado porque no soportan esas fechas (y tienen todo el derecho del mundo). Pero, si eres de los del primer grupo y ahora que recién acabaron las fiestas, te encuentras un poco "depre", aquí tienes unos consejos para superarlo:
- En primer lugar, acepta que la vida tiene su parte dura. Las vacaciones están bien, porque se descansa, y las fiestas están bien porque te diviertes (siempre y cuando el cuñado de turno no te las estropees), pero, ¿sabríamos valorarlas si fueran una constante? ¿No nos cansaríamos o acabaríamos aburriéndonos?
- Ama tu rutina. Las rutinas también están bien. No todo puede ser novedoso y salirse de la norma. Gracias a la rutina, nos organizamos, tenemos cierto orden sobre nuestras vidas.
- Pero, ni tanto ni tan calvo, por lo tanto, haz cosas de vez en cuando para salir de tu rutina. Ni todo puede ser novedoso ni todo debe ser una rutina, porque entonces nos sentiremos atrapados en ella. Enero es un mes tan válido como cualquier otro para salir de la rutina. No estoy hablando de hacer un viaje o grandes planes. Salir de la rutina es tan sencillo como hacer algo diferente en momentos inesperados: ¿no sueles ir entre semana al cine y lo dejas para el fin de semana?, pues date el capricho de ir entre semana también, por ejemplo, o en lugar de dedicar la noche a ver la tele con tu pareja, como soléis acostumbrar, podríais dedicarla a jugar a algún juego (sí, también valen los eróticos). Haz cosas diferentes, en definitiva, ama también la improvisación.
- Pregúntate qué es lo que realmente te hacía feliz de las fechas navideñas. ¿Era estar más con la familia? ¿Y por qué no te propones verlos más a lo largo de todo el año? ¿Era dedicar más tiempo a tus aficiones porque estabas de vacaciones? Podrías entonces reestructurar tu agenda para dedicarle menos tiempo a las obligaciones y responsabilidades y un poco más a tus hobbies. ¿Eran las comidas? Bueno, cuidao con esto último, que comer, afortunadamente, es un placer del que podemos disfrutar todo el año, pero si nos pasamos luego vienen esos kilitos de más de los que tanto nos arrepentimos. En definitiva, haz más, durante todo el año, aquello que más te gusta hacer. No lo dejes solo para Navidad.
- Ilusiónate con próxima fechas que están por venir: en nada están aquí los carnavales de febrero, luego la semana santa, luego el verano y después Navidad otra vez, ¡si es que el año pasa volado! Ahora en serio (aunque no te creas que lo de antes era broma: el tiempo pasa volando), si somos expertos en anticipar problemas y catástrofes, ¿por qué no usamos nuestra imaginación para inventarnos proyectos y proponernos metas que nos motiven en este nuevo año que empieza? Planifica tu futuro, desde el aquí y ahora, ¡e ilusiónate con él!
Espero que estos consejos te sirvan no solo para superar la "depre" post navideña sino a tener un 2023 que, como mínimo, sea mejor que el 2022 (que en lo personal, te confesaré fue un año un poco de mieeerda, pero no pasa nada, no todos los años pueden ser buenos). Este lo será, espero. Y también deseo que lo compartas conmigo, siguiéndome. ¿Vamos, me acompañas?
¡A por el 2023!
Cuestiona todo lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.
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Si te gusté yo, hago terapia en consulta en Málaga y online para el resto del mundo, y tengo un libro muy mono titulado La dictadura de la felicidad.
Y, como pronto es Blue Monday, (¡oooh, Blue Monday, qué desgracia!) a ver si me da tiempo a escribir y publicar un post sobre el mismo. Hasta entonces, o hasta la próxima, ¡recibe este abrazo!
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