Hoy 20 de Junio es el Yellow Day (la antítesis de Blue Monday), el día que, según una fórmula realizada entre algunos meteorólogos y psicólogos, es el más feliz del año, a consecuencia de las temperaturas intermedias,
las horas de luz, la cercanía de las vacaciones y la paga
extraordinaria de verano.
Vaya... una tontuna más hecha por gente con mucho tiempo libre, pero que a mí al menos me da pie a escribir el post de esta semana.
Y es que, cositas como éstas del Yellow Day (o incluso cositas como publicar cada semana un post sobre felicidad, bienestar, crecimiento personal, etc.) se contradicen, en apariencia al menos, con la idea que transmití en mi post anterior, "Permítete", o en otros como "La dictadura de la Felicidad", y que básicamente consiste en:
Tienes derecho a sentirte infeliz,
no tienes la obligación de ser feliz, siempre.
Sin embargo, cuando "siempre" estamos recibiendo mensajes "positivos" que nos dicen qué debemos hacer para ser súper felices, parece que hay una contradicción, parece que se nos obliga a la fuerza a estar bien, todo el tiempo, porque detrás de esos mensajes, incluso detrás de este post en que claramente te digo que no, NO, no tienes que ser feliz a la fuerza todo el tiempo, parece que en el fondo te estoy diciendo: "Haz caso a lo que te digo, que para eso soy psicólogo, y si me haces caso... ¡serás feliz todo el tiempo! :D "
Si es eso lo que quieres interpretar. Si es eso, lo que quieres interpretar... Es como el dicho, "la gente oye lo que quiere oír". Algunas personas parece que están buscando en blogs, grupos de Facebook, o video-tutoriales una solución mágica a sus problemas, cuando la única solución no-mágica a sus problemas es:
Responsabílizate tú, de tus problemas.
Toma decisiones, ejecuta acciones acordes a esas decisiones.
Si no puedes hacer nada: acepta que no puedes hacer nada.
Y aún así esto no te servirá para ser absolutamente feliz para siempre, porque eso no existe. Pero desde luego, lo que no te hará nada feliz, es encomendarte por completo a un tipo como yo. ¿¿¿Yo??? ¡Ja! Yo soy sólo un viajero, como tú, en este viaje hacia la felicidad que no tiene fin ni destino. Y creéme, me he perdido tantas veces como tú, o más.
Incluso cuando trabajo como psicólogo, mi tarea no consiste en hacerte feliz. Se hace feliz la persona (y por supuesto, no todo el tiempo). Hace poco leí de Jorge Bucay que la labor del psicólogo consiste básicamente en estar atento a las señales. Yo estoy atento, y cuando veo una señal te la indico, pero amigo, amiga, el camino lo haces tú, no yo.
Exactamente igual que en terapia, cuando me lees (o lees a un análogo a mí). Hay señales que hay que tener en cuenta para no perderse mucho. Te las señalo:
- Cuidado con las expectativas. La mayoría de nosotros (incluso Paulo Coelho, creo) no te estamos diciendo que debas ser lo más feliz posible todo el tiempo. No te lo decimos incluso cuando no te lo decimos pero aparentemente te lo decimos. ¿Por qué nos llevamos esa impresión a veces entonces? Porque cuando nos dan orientaciones parece que en seguida debo (de nuevo el pesado y molesto debo) ponerme bien. No. Date tiempo. Te indicamos señales, no te empujamos (o al menos no es lo que muchos pretendemos hacer).
- Cuidado con el compararse. Estoy mal, oigo o leo un mensaje positivo, oigo o leo mensajes de gente dando las gracias porque el mensaje positivo les ha servido para "ver la luz", y entonces tiendo a pensar que yo soy el único que está mal, y tan mal que soy incapaz de ponerme bien incluso cuando todos los demás pueden. De nuevo un error basado en un pensamiento sesgado, lleno de juicios incorrectos y conclusiones inexactas.
- Trata de analizar cuán útil es el mensaje que te están haciendo llegar. Como con cualquier opinión o consejo, habrá algunos que te sirvan y otros que no, pero no porque sean consejos completamente inútiles (que también los hay), sino porque a ti no te sirve, aunque le sirva a otra persona, o porque te podía servir en otro momento de tu vida, pero no en éste. Por eso los posts, las conferencias o las "frases bonitas" nunca podrán sustituir la labor que se hace en terapia, con la persona, durante su momento.
Es fantástico que la psicología haya llegado a todas las casas a través de blogs, canales de vídeo y demás, pero cuando quieras ayuda, pídela. Yo, o quien sea que escojas para darte su ayuda, seremos absolutamente incapaces de hacerte feliz, pero te aseguro que muchos pondremos toda nuestra ciencia y paciencia a tu servicio para que cuando esa ayuda termine, no te importe nada de nada de nada, nuestra absoluta incapacidad para hacerte feliz.
Un abrazo.
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