Y muchas otras que la odian.
¿Eres de este segundo grupo? Bien, éste puede ser un post ideal para ti.
Y digo que puede porque si odias la Navidad pero no tienes ningún problema con ello, entonces no, no es para ti.
Pero si odias la Navidad tanto que tu rechazo a la misma te provoca: ¿tristeza, rabia, vacío...? Entonces sí, entonces sí tienes un problema.
Porque la Navidad, por mucho que no te guste, EXISTE. Quién sabe si dentro de unos años la quitan, pero HOY, la Navidad ES. Y tu odio, rechazo o negación no va a cambiar eso.
Ahora bien, que la Navidad sea y que haya muchas personas que la disfrutan (también hay muchas que no) no quiere decir que tengas que disfrutar la Navidad. Pero el hecho de que no tengas que disfrutar la Navidad no implica que tengas que pasarte la Navidad odiándola, rechazándola, negándola o deseando que pase lo más rápido posible, porque por mucho que desees que pase lo más rápido posible, la Navidad, también, dura lo que dura.
Podemos aceptar una cosa pero no identificarnos con su contenido, y cuando dejo de canalizar mi energía en el odio, la negación o el rechazo, cuando acepto, entonces me permito transformar mis emociones y la realidad.
Yo puedo aceptar mi tristeza, porque si rechazo mi tristeza me puedo enfadar conmigo mismo, y mi enfado conmigo mismo puede conducir a más tristeza. Lo que resistes, persiste. Si en cambio acepto mi tristeza, más fácilmente pasará esa emoción por mí y podré empezar a hacer cosas para sentirme mejor... porque ya no estaré perdiendo mi energía en enfadarme conmigo mismo.
Pues si acepto que la Navidad es, que le gusta a mucha gente, y que a mí no me gusta, podré:
- Poner música rock en vez de villancicos.
- Hacerme transitoriamente vegano para las cena de Nochebuena.
- Pasar de meterme en los follones del centro de mi ciudad.
- Ponerme un chándal para la fiesta de Fin de Año.
- Hacer regalos originales y no materialistas: un juguete construido por mí, una canción, un mensaje de amor...
¡Y sentirme genial con ello!
Porque al final estaré viviendo la Navidad como a mí me dé la gana y no como nadie me diga que la viva.
Simplemente: acepta y crea.
1. ACEPTA lo que es.
2. Y con lo que es... CREA TU PROPIA FELICIDAD.
Y ahora imagínate que este post no habla de la Navidad sino... de la vida. ¿Se podría aplicar todo lo dicho anteriormente a cualquier tiempo y área de tu vida? ¡Pues hazlo!
Porque maldita sea, no estás obligado a ser feliz en Navidad, ni mucho menos estás obligado a ser feliz todo el año, ¡pero puedes ser feliz siempre que quieras!
Con villancicos de por medio, con petardos y... ¡hasta con tu cuñado!
Este sábado 16 de Diciembre hago el Taller Desarmando a Papá Noel: ¡es Navidad y me alegro! Si estás en Málaga espero verte ahí. Y si no, un abrazo, ¡y feliz actitud!
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