Antes que nada, habría que aclarar que generalizar suele llevar al error. Ni todas
las mujeres son iguales ni todo son diferencias entre hombres y mujeres sino que hay más cosas que nos unen y asemejan que las que no separan.
Dicho lo cual, sí encuentro un rasgo muy habitual en muchas mujeres y que no es el punto fuerte de muchos hombres. Y es la empatía. Aunque, insisto, no todas las mujeres puntuarían alto en empatía y seguro que existen muchos hombres tan empáticos o más que muchas mujeres.
Y, aún así, encuentro que la empatía es un rasgos muy distintivo en las mujeres y, por supuesto, una señal de fortaleza. Y esto tiene bastante sentido, ya que, culturalmente, a los hombres se no has censurado a la hora de expresar y compartir nuestros sentimientos, se nos ha "amputado" esa habilidad emocional, y nos hemos reprimido. Algunos salen a tiempo de esa represión... otros no. Sin embargo, a las mujeres, desde niñas, no se les suele castigar o reprochar que lloren, y aprenden desde bien pequeñas a compartir sus emociones con los iguales, con otras niñas. Ese "estar en contacto" desde tan pronto con su propio mundo emocional y con las emociones de los demás, ha podido facilitar una actitud más empática en muchas de ellas. Por educación y hábito, simplemente.
¿Y por qué la empatía es una fortaleza? Porque una actitud empática favorece relaciones humanas de mayor calidad. Como con todo, el exceso y el defecto pueden ser vicios, es decir, puede tener consecuencias negativas. Si soy demasiado empático, puedo caer en el perjuicio de asumir cargas que no me corresponden, de no priorizarme nunca, de la culpa... Pero, por regla general, en un mundo en que cada vez estamos más aislados, más "cada uno a lo suyo", y, al mismo tiempo, nos sentimos más desprotegidos y desamparados, una buena dosis de empatía no viene mal. La empatía nos sirve para conectar con el dolor de la otra persona y, gracias a eso, me permite ayudarlas mejor. Y ayudar a otros, nos hace más felices. Ojalá hubiera muchas más mujeres en los puesto de dirección de las grandes empresas, de los bancos, de los gobiernos... donde muy de vez en cuando se echa tan en falta esa virtud que es la empatía.
Por eso, hoy, 8 de marzo, Día internacional de la mujer, quiero dar las gracias a todas las mujeres que son sensibles, vulnerables, empáticas, tan humanas. Sin duda, todas estas cualidades no os hacen débiles, sino fuertes. Gracias por ser trabajadoras, por ser luchadoras, por ser madres, hermanas, amigas y compañeras.
Y ojalá que entre todos, con muchas de vosotras a la cabeza, podamos construir un mundo más empático.
Cuestiona todo lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.
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Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. Tengo un libro muuuy empático titulado La dictadura de la felicidad.
Y para todos, pero hoy sobre todo para ellas, ¡recibid este abrazo!
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