El flujo es un concepto creado por Mihály Csíkszentmihályi, destacado docente de psicología en universidades norteamericanas y al que Martin Seligman se refiere como el más importante investigador del mundo en Psicología Positiva.
Recordemos que la Psicología Positiva se diferencia de la Psicología tradicional, que siempre ha puesto la atención sobre el malestar emocional y la enfermedad, en que aquélla trata de buscar y descubrir qué nos hace felices a las personas.
Pues precisamente el flujo se puede denominar como uno de los mayores estados de felicidad posibles. Cuando uno está inmerso en el flujo, la sensación de felicidad no es absoluta, porque la felicidad así entendida no existe... pero se le acerca.
¿Queréis fluir? Seguid leyendo:
¿En qué consiste y cómo se llega al estado de flujo?
La característica principal del estado de flujo es la que da título a este post: tienes la sensación de que el tiempo se pasa volando. Porque precisamente el flujo consiste en sumergirte tanto en una actividad que, no sólo pierdes la noción del tiempo, también del exterior y de ti mismo. Pero no puede ser una actividad cualquiera, tiene que cumplir tres requisitos:
- Que requiera atención y concentración por mi parte, sino difícilmente podré sumergirme en ella.
- Que no sea muy difícil porque entonces me frustaré, ni muy fácil porque me aburriré, y el resultado será que abandonaré la tarea.
- Y, por supuesto, que me guste.
El único sitio y momento en el que podemos ser felices,
es en el presente.
Actividades que nos pueden suponer flujo: el trabajo, para quien tenga la suerte de tener un trabajo que le guste, el deporte, los videojuegos, el sexo, los juegos mentales, el baile, la lectura, el cine...
¡Hay tantas, y para todos los gustos! Conoce cuáles son las tuyas, o investiga, explora, experimenta... para descubrir nuevas actividades que te hagan fluir.
Pero quería terminar este post haciendo una reflexión sobre el asunto del flujo. Y es que creo haber encontrado una actividad que nos transporta fácilmente a ese estado de plenitud en el aquí y ahora: la actividad de crear.
Cuando uno crea, es decir, cuando uno escribe, o compone, o dibuja, o diseña, o cocina... se deja llevar por su imaginación, no para inventar escenarios que no se han producido y que nos provocan malestar, como suele suceder en los trastornos de ansiedad y depresión ("¿me dejará, suspenderé, me gritará el jefe?") sino para valernos de esa capacidad, la imaginación, para resolver una incógnita estimulante: ¿qué sabores mezclo, qué color le voy a poner, cómo empieza mi novela...?
Así, mi reflexión, de la que te quiero hacer partícipe, sería:
¿es la imaginación el mejor aliado del flujo?
Abro el debate y termino el post recordándote que, muy al hilo de todo esto, este sábado 10 del 10 hago un taller sobre, precisamente, Escritura-Terapia. Esperamos crear mucho, y fluir más todavía. Abrazos.
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