jueves, 18 de febrero de 2016

¿SOY UN NEURÓTICO?

No pocas veces usamos el término neurótico/a... ¿pero sabemos qué significa realmente?

La neurosis hace referencia principalmente a un rasgo: la inestabilidad emocional. Persona con elevado nivel de neuroticismo = persona con elevado nivel de angustia.

El rasgo es un factor de personalidad. La elevada angustia del neurótico no está provocada por una lesión biológica ni tampoco por condiciones de estrés más desfavorables: dos personas pueden soportar condiciones similares y mostrar respuestas emocionales muy diferentes, y una sentirse más o menos relajada y otra muy angustiada, ante el mismo fenómeno.

Los rasgos de personalidad, como el neuroticismo, son características más o menos estables que son precisamente el resultado de la interacción de lo biológico con el entorno. Rasgos que determinan nuestra forma de ser y de, inevitablemente, pensar.

Y he ahí donde radica la diferencia entre la persona que no se altera demasiado ante un evento que, aunque quizá incómodo o no deseado, no implica ninguna amenaza para su integridad ni para su felicidad, y aquella que sí lo hace. La diferencia entre aquella persona que sabe mantener la templanza en tiempos de tormenta... y aquella que se ahoga en un vaso de agua.

Su forma de pensar.

Y es que el esquema mental, es decir, aquellos patrones de pensamientos que se repiten y que son parte inherente de nuestra personalidad, puede ser muy distinto de un sujeto a otro. Y no en pocos individuos, ese patrón está formado por pensamientos que no poseen lógica ninguna, menor utilidad aún, y que sólo nos provocan desequilibro emocional, angustia, dolor.

Una de las creencias irracionales que domina este tipo de esquema mentales, es el pensamiento mágico: el dogma de fe según el cual existe una conexión entre mis pensamientos y los hechos en mi vida. Esta asociación ilusoria se manifiesta en un pensamiento muy preciso y realmente muy peligroso:

Si me preocupo o me lamento mucho por algo,
evitaré que pase o que vuelva a pasar.

Y ése es, por supuesto, el nacimiento de los neuróticos: gente que vive constantemente angustiada porque constantemente no para de preocuparse y de quejarse.

Pero... ¿una vez que nace el neurótico, puede morir (sin que muera la persona me refiero, claro está)? Sí, sí puede. Cuesta mucho cambiar un esquema mental porque se ha ido formando a lo largo de toda nuestra vida a través de las experiencias. La buena noticia es que no dejamos de tener experiencias. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Leer este post por ejemplo, es una experiencia. Y si eres neurótico, espero que además sea una experiencia enriquecedora.

Lo espero, y también lo creo. Porque precisamente para dejar de ser neuróticos lo que podemos hacer es:
  1. Darnos cuenta de que nuestros pensamientos son irracionales, disfuncionales y dolorosos.
  2. Sustituirlos por pensamientos más realistas, útiles, y positivos.
  3. Y generar una respuesta alternativa a la que normalmente acompaña al pensamiento:
 OCUPARME VS PREOCUPARME.
 ACEPTAR VS LAMENTARME.

Si hicieras esto a partir de ahora todos los días de tu vida (siempre es imposible, pero estoy convencido de que sí es aproximadamente posible), ¿te das cuenta de cuánta felicidad podrías ganar? ¿No te sentirías libre? ¿No sentirías como que te has liberado de algo, como de una maldición?
La maldición del pensamiento mágico. Y es que no hay embrujo, que no tenga su propio antídoto. 

4 comentarios:

  1. Que bien me viene esta publicación aunque no sé si sea exactamente lo que me pasa. En resumen a veces siento una tristeza enorme como que nada me llena, un vacío en el pecho que no se me quita hasta que llore y mire a mi alrededor de que esto solo me hace daño a mi. Que no quiero ser así y estar amargada.

    Actitud positiva es todo lo que queda.
    Saludos.

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  2. Actitud positiva, una vida repleta de actividades que te gusten y te llenen, llorar cuando tengas ganas de llorar y no sentirte mal por ello, familia, amigos... Queda mucho. Ánimo!

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