Y las atribuciones son los "por qué" que buscamos a lo que nos pasa. Estos "por qué" están definidos por 3 dimensiones:
- Dimensión de estabilidad/inestabilidad. Si aquellos que nos pasa es permanente o transitorio.
- Dimensión de globalidad/epecificidad. Si pasa en cualquier ámbito o situación, o en una o algunas en particular.
- Dimensión de locus de control externo/locus de control interno. Si lo que nos pasa depende de factores externos o personales.
Se ha observado en Psicología que, dependiendo de las atribuciones que hagamos de los eventos de nuestra vida, se puede hablar de patrones más o menos fijos de pensamiento: un esquema mental.
Así, un Esquema Mental Negativo sería:
Pensar que lo malo me va a suceder siempre, en todas partes,
y que no hay manera de cambiarlo.
Este patrón de pensamiento está influido por dos tipos de sesgos cognitivos:
- El pensamiento polarizado. La evidencia empírica nos demuestra que los "blanco" y "negro" son muy poco habituales, y que la vida se conforma más bien de distintas tonalidades de grises. Irse a los "siempre", "nunca", "en cualquier parte", o "bajo ninguna circunstancia", es irse a extremos poco realistas y funcionales.
- El sesgo de atribución externa. Es propio de personas supersticiosas o muy creyentes y que piensan que su vida está controlada por entes intocables: la suerte, el sistema, Dios o el Destino. Hay cosas que controlamos y otras que no. La clave está en distinguir.
Pero todo lo que se programa se puede resetear. Claves para hacerlo:
- Haber leído este post es un buen primer paso.
- Porque ahora, si le dedicas atención a tus pensamientos...
- ... podrás detectar cuándo te estás yendo a los polos o cuándo te estás echando culpas que no debes o cuándo dejando de actuar sobre problemas que sí que puedes modificar.
- Y ya sólo queda: cambiar el chip, y...
- ... tener paciencia y constancia.
La solución (definitiva) para ser un poquito más felices no se encuentra en pensar en positivo. ¡Acabemos con las viejas y simples fórmulas de la felicidad! La solución pasa por pensar sano. Y eso implica acabar con los sesgos cognitivos y patrones disfuncionales que distorsionan nuestro pensamiento.
Porque, como ya bien sabes: no es tan importante lo que nos queda por aprender, como todo lo que podemos desaprender. Abrazos.
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