Y como en toda convivencia, hay algunas normas básicas que es necesario respetar.
Estas normas básicas, sobre todo en lo referente a nuestras emociones dolorosas (tristeza, ira, vergüenza, miedo, culpa...), son:
- No las reprimas. Acepta. Deja que estén, deja que pasen.
- No te recrees en ellas. Está bien que se presenten, no que te acompañen todo el día. Haz algo para sentirte de manera distinta.
- No dejes que te gobiernen. La emoción no decide. TÚ decides.
- No te sientas mal contigo mismo por sentir esas emociones. No añadas crítica ni culpa. Sé autocompasivo.
Si respetamos estas normas básicas de convivencias con nuestras emociones, las emociones estarán ahí y nos dolerán. Pero ya no nos limitarán ni incapacitarán ni serán las protagonistas de nuestra vida ni crearán conductas disfuncionales. Simplemente vendrán a hacer su función, y luego se irán.
El Entrenamiento en Mindfulness o Atención Plena en Emociones nos ayuda, al convertirnos en observadores del aquí y ahora interno, a ser más conscientes de cómo es nuestra convivencia con las emociones y a no vulnerar esas normas de convivencia.
Observando, simplemente observando. Sin represión, sin recreación, sin juicios de valor ni interpretaciones, sin crítica ni machaque.
Por ello este viernes 4 de Agosto haré el Taller de Mindfulness en Emociones II, con nuevos ejercicios. Si puedes venir, te invito a asistir. Si no, te deseo desde aquí una convivencia respetuosa y muy, muy saludable con tu Universo Emocional. Un abrazo.
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