jueves, 23 de noviembre de 2017

DECÁLOGO PARA PRODUCIR BUENOS DESPERTARES

Una de las cosas que más les cuesta a las personas que pasan por un momento del estado de ánimo deprimido, son los despertares. Y a su vez, un mal despertar repercute negativamente sobre el estado del ánimo.

Por tanto, es beneficioso para nuestro estado anímico, ya estemos pasando por una fase depresiva o no, provocarse buenos despertares, especialmente en estas épocas del año en las que, por el frío, cuesta tanto despegarse de las sábanas.

Y es que un despertar es el arranque de tu motor, y si no arrancas bien, es probable que tu cuerpo, mente y/o estado emocional "se te cale". Empezar bien el día es fundamental para llevar bien el día. Llevar bien el día es fundamental para tener una buena vida.

Aquí va un Decálogo para mejorar tus despertares:

1. Lo primero de todo: duerme. Los estudios médicos al respecto dicen que lo ideal es dormir entre 7-8 horas, aunque esto varía según las personas, ya que hay quienes necesitan dormir menos o más. Si te encuentras fatigado a lo largo del día, puede ser un síntoma de que estás durmiendo mal o poco. Consejos para dormir bien: desconectarse del móvil u ordenador mínimo 10 minutos antes de ir a la cama, tomar infusiones, meditar antes de dormir, levantarse y acostarse sobre la misma hora cada día, e irse a la cama con pensamientos positivos (por ejemplo: pensando en lo mejor que hayas hecho durante el día).

2. Y es que un pensamiento, un simple pensamiento, puede marcar la diferencia entre sentirte bien y mal, y por tanto, entre un buen o mal despertar. Si te despiertas y enseguida piensas: "Jo qué rollo, qué madrugón, y ahora ir a trabajar, vaya mier...", o si estás de baja, de vacaciones o desempleado: "Bah, otra vez la misma rutina de siempre, no sé qué hacer con mi vida, todo son problemas...", esos pensamientos negativos, por supuesto, pueden determinar tu estado de ánimo y con ello mermar tu rendimiento y tu capacidad de disfrute. Si en cambio piensas nada más despertarte en las cosas buenas que, previsiblemente, te esperan: "Hoy me voy a preparar esa comida para el almuerzo que tanto me gusta... hoy he quedado con Fulanito, ¡qué alegría, hace tanto que no le veo!... esta noche ponen esa serie o programa en TV que tanto me gusta... ¡Hoy voy a ser todo lo posible por disfrutar el día!", tu despertar y tu predisposición a afrontar el día, pueden ser totalmente diferentes.

3. Y al mismo tiempo que estás pensando en cosas agradables... ¡sonríe! La propiocepción es el sentido que recibe información de nuestro propio cuerpo. Si pensamos en cosas agradables y sonreímos, le estamos diciendo a nuestro cerebro: "Eh, tranqui, todo está bien, ¡vamos a empezar!"

4. Y ya, para rematar, si acompañas los pensamientos positivos y agradables con una sonrisa y con gestos de cariño hacia ti: caricias, abrazos, estirazarte..., estarás creando una triada de positividad y autoamor que cambiará radicalmente tu despertar.

5. Y eso que aún no hemos salido de la cama. Importante: no demorar demasiado el acto de levantarte. Quedarte mucho tiempo en la cama sin hacer nada puede ser una ventana abierta a los pensamientos negativos y producir apatía y desmotivación (aparte de llegadas impuntuales al centro de trabajo, lógicamente).

6. Nada más levantarte, echa para arriba las persianas y déjate inundarte por la luz del sol, porque está demostrado que la luz solar puede afectar positivamente al estado de ánimo. Si tu habitación no da al exterior, busca una ventana que dé y recréate por un momento en esa sensación de sentir la luz del sol sobre ti. Si ninguna habitación de tu casa da el exterior, sal pronto a la calle para saludar al astro rey. Si te despiertas cuando aún es de noche... ¡jo, qué difícil me lo pones! :p Si te despiertas cuando aún es de noche, piensa en que pronto saldrá el sol y estate preparado para recibirlo como es debido: con contemplación y gratitud. Si está nublado y llueve... Las nubes y la lluvia también tienen su encanto.

7. Incorpora, dentro de tus rutinas mañaneras, alguna actividad que sea agradable para ti. Por ejemplo poner la radio. O si sueles meditar, cuándo mejor para hacerlo que al inicio del día, y además no necesitas demasiado tiempo para hacer esta actividad (es una actividad que se puede hacer en 1, 2, 5, 10 minutos... ya depende de tus posibilidades). O hacer ejercicio físico: empezar las mañanas "dándole caña" al cuerpo es una manera de activarlo y de producirte un estado del ánimo positivo, así que aunque tengas que despertarte un poco antes para hacerlo, merece la pena. La cuestión es: si empiezas tu día a día haciendo algo que te guste, va a influir sobre tu estado de ánimo y por ende sobre tu rendimiento y satisfacción general con tu vida.

8. Desayuna fuerte y algo que te guste. Los beneficios de un desayuno fuerte están más que demostrados: nos aporta energía para el resto del día, condiciona nuestro estado de ánimo, incide en nuestro rendimiento físico y mental, nos permite comer luego menos a lo largo del día y nuestro cuerpo asimila mejor los alimentos que tomamos en ayunas. Los alimentos que más se recomiendan para el desayuno son los cereales y las frutas, pero dentro de esa gran variedad, es importante que comas algo que sea sabroso para ti, ya que eso aumentará las ganas que tengas de levantarte de la cama.

9. Empieza el día regalando amor: besando a tu pareja, abrazando a tus hijos, acariciando a tu mascota... Y si vives solo, ¡mírate al espejo y regálate un beso! Todo el amor que damos nos viene de vuelta. No es el karma, simplemente es que nos sentimos felices cuando hacemos felices a los demás. Así de sencillo.

10. Si trabajas en casa o estás desempleado y tienes planificado quedarte por la mañana buscando ofertas por internet (éste sería tu trabajo en casa), no te quedes con la bata puesta y el pelo desaliñado. Arréglate un poco, aunque no vayas a salir. Como dije antes: nuestro cuerpo le envía información al cerebro, nuestra propia imagen también, por eso, si nos arreglamos, nos estamos mandando el mensaje: "Vale, ya estoy listo para el trabajo, ¡vamos allá!". Si nos quedamos con el pijama puesto... ¡de lo único que tendremos ganas es de volver a la cama! Igualmente, si trabajas fuera o tienes que salir: ¡ponte guapo, guapa! Te dará más fuerzas para "comerte el mundo". 

Como veis son "trucos" muy sencillos y que pueden determinar vuestra forma de levantaros y de empezar el día, y con ello vuestra predisposición y estado de ánimo para afrontar el resto de la jornada.

Y es que nos enseñan y ponemos en práctica multitud de consejos para: ganar dinero, ahorrar dinero, ganar peso, perder peso, ligar, alcanzar el éxito, gestionar el éxito...

Y digo yo: ¿qué mayor éxito hay que ser feliz? Pues la felicidad se gestiona. Y empieza por uno mismo... desde que te despiertas.

¡Un abrazo y felices despertares!

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