lunes, 31 de marzo de 2014

CAMBIOS: LOS PASOS HACIA LA AUTORREALIZACIÓN

Ya tenéis a la vista las novedades de las que os avisábamos: nuevos servicios, como el Asesoramiento Psicológico On Line o la Terapia On Line vía Skype, con los que pretendemos hacer llegar los beneficios de la Psicología Positiva a cualquier persona viva en el lugar del planeta en el que viva. También podéis consultar los problemas que atendemos, hacer una visita a nuestra página de Facebook, saber de nuestros talleres y eventos, y conocer nuestras formas de contacto y tarifas, sólo con hacer click en la pestaña respectiva, justo debajo de la cabecera del blog.

Y es que los recién venidos aires de primavera han traído consigo ansias de cambio.  

Cambia el clima, cambia el horario (en la madrugada del sábado al domingo se adelantó una hora), hay más horas de sol, y las personas también cambiamos, nuestras rutinas: salimos más, hacemos más deporte, empezamos dietas...

Algunos cambios, son obligados. No podemos hacer nada por evitarlos. Por ejemplo, yo, con lo mucho que me gusta la primavera, no puedo hacer nada por que los niveles de alérgenos no suban con la llegada de esta estación. Pero sí que puedo hacer por adaptarme a esta nueva situación y sobrellevarla lo mejor posible.

Otros cambios los buscamos nosotros. Y suelen ser buenos. Sí, porque aunque muchas veces nos cuesta decidirnos (¡y cómo nos cuesta!), finalmente nuestro criterio será el acertado. ¿Por qué digo esto tan seguro? Porque aunque no lo fuera, nuestra mente se adaptaría al cambio y seleccionaría aquellos datos que le interesan para pensar que el cambio ha sido positivo: esta casa es más pequeña que la anterior, pero, ¡y lo tranquilo que se está aquí!; me pagan menos que en el otro trabajo, ¡pero ahora disfruto más haciendo lo que hago!

Y es que, apunta esto y memorízalo hasta que no te quepa la menor duda de que no se te va a olvidar jamás: 

Es increíble como sufrimos por nuestra intolerancia a la incertidumbre,
y sin embargo, lo rápido que nos adaptamos a las nuevas situaciones.

Aunque sean malas.

Es más, aunque sean muy malas:

El siguiente enlace es una joya. En él encontrarás cuatro charlas de cuatro investigadores de la felicidad. El conocimiento que nos transmiten en ellas tiene un valor incalculable. Pero me quiero referir a la última de ellas, la de Dan Gilbert: en la misma, este psicólogo de la Universidad de Harvard se atreve a preguntarle al público qué prefirirían: ¿que les tocara la lotería o quedarse parapléjico?

Sí, seguramente los asistentes a la conferencia también se quedaron con la boca abierta.

Pero resulta que esta situación se probó experimentalmente. Se cogió a dos sujetos durante un experimento, a uno le había tocado la lotería, y el otro se había quedado parapléjico en un accidente, y un año después de ambos sucesos, sus niveles de felicidad eran idénticos.

Nuestra mente se adapta, nuestra mente busca la felicidad. Y aunque la vida nos siente en una silla de ruedas, nunca dejaremos de buscarla

Uno de los caminos que podemos decidir tomar para orientar esa búsqueda, es precisamente el camino del cambio: la senda de la Autorrealización como forma de potenciar nuestra Autoestima, tanto en cuanto Autorrealización es querer ser mejores, buscar nuestro mejor "yo". No es, desde luego y para nada, el camino hacia la perfección. Por eso he titulado a un taller sobre el que hablo de esto y que impartimos el próximo sábado 5 de Abril: "¡Soy imperfecto y me alegro!" Cómo potenciar la Autoestima.

Si estás en Málaga para la fecha, espero que puedas asistir. Y de todas las formas te deseo: que no seas alérgico a los cambios, recuerda que las malas vivencias que traen alguno de ellos se van tan rápido, como lo que dura un estornudo.

martes, 25 de marzo de 2014

AIRES DE PRIMAVERA

La primavera ha llegado y muchos ni cuenta nos hemos dado.

En parte porque en algunos sitios ha venido acompañada de un frío invernal.

En parte también porque algunas veces vivimos tan sumidos en nuestra rutina y estrés cotidianos, que no percibimos los pequeños (pero no por ello poco importantes) cambios que suceden a nuestro alrededor o incluso en nosotros mismos.

Y como ejemplo un botón: el blog que tienes delante: ha cambiado: adivina en qué.

¿Ya te diste cuenta? Sí, efectivamente, ahora nos llamamos: "GABINETE DE PSICOLOGÍA POSITIVA". ¿Y qué significa eso, que ya no estamos en Málaga? Para nada. Seguimos aquí, trabajando aquí... Pero muy pronto estaremos trabajando... para todo el mundo, para personas que viven en cualquier parte de nuestra planeta.

Por lo demás, todo sigue igual: la dirección del blog es la misma; la página de facebook es exactamente la misma... Todo, excepto el nombre del blog, es igual, pero estate atento/a, porque muy, muy pronto, te comentaremos las novedades que tenemos preparadas.

Y es que ya huele a Primavera, ya se sienten los nuevos aires de tiempos que van a ser, seguro, mejores.


viernes, 21 de marzo de 2014

LAS CLAVES DE LA FELICIDAD

Ayer, 20 de Marzo, se celebraba el día Internacional de la felicidad.

Y hoy, 21 de Marzo, decido publicar un post sobre la felicidad.

¿Pereza, descuido? Sí, por supuesto. Pero también, intención.

Son muchos los estudiosos, investigadores y practicantes de felicidad que, aprovechando un día como el de ayer o cualquier otro día en realidad, nos transmiten a través de conferencias, blogs, libros, cursos o talleres, sus claves para vivir una vida feliz.

Yo, como psicólogo y: estudioso, investigador y practicante de felicidad, intentaré transmitirte algunas de las mías. Y creo que te darás cuenta enseguida de que son un poco distintas a las que habitualmente leemos o escuchamos:

1. La vida es una gran redundancia.

2. El mundo es triste, muy triste.

3. Vas a a morir.

Sí, ya sé... Tu amor hacía mí no se encuentra ahora mismo en un punto demasiado alto.

Pero, aunque estas afirmaciones poco tienen que ver con las frases motivacionales y alentadoras que se nos suele transmitir, tienen otra característica que considero poco discutible: SON VERDAD.

La vida es una gran redundancia porque nuestro organismo está programado para la supervivencia, no para la búsqueda de la felicidad, y hasta hace un par de siglos la esperanza de vida era mucho menor, por lo que ahora nos encontramos con media vida de más... ¡y no sabemos qué hacer con ella!

El mundo es triste, y aquí con "mundo" me refiero al "tinglado" que ha organizado el hombre, no a la Naturaleza. ¿De verdad serías capaz de contradecirme en un mundo en el que miles de millones de personas pasan hambre o mueren por enfermedades curables, existiendo recursos para toda la población?

Y que vas a morir es algo que, a no ser que hayas descubierto el cáliz de la vida eterna, es irrefutable.

Pero ser conscientes de estas tres verdades no es algo que debiera hacernos infelices, todo lo contrario. Porque:


La felicidad requiere esfuerzo, trabajo, ganas, coraje.

La felicidad es una búsqueda. Para encontrar personas, experiencias y retos que nos llenen, que nos ayuden a crecer y a sacarle un nuevo juego a esta vida tan redundante.

La felicidad es una pelea. Contra la tristeza del mundo. Un mundo injusto y desigual. Pero un mundo... ¡que no eres tú! Y siendo diferente, podrás cambiar tu entorno más cercano, y si todos lo hacemos, cambiaremos el mundo.

¿Y vale la pena?  ¿Vale la pena tanto trabajo y esfuerzo? Claro que sí. Porque vas a morir. Y un día, ese paisaje que ya no te parece tan especial, esa persona a la que te acostumbraste a que te sacara una sonrisa, o ese juego que te empieza a aburrir, ya no existirán más.

Para ser feliz, hay que mancharse  en el barro.





Por eso: deja a un lado las preocupaciones que te consumen y vuelve a deleitarte con ese paisaje, vuelve a reír, vuelve a vivir cada experiencia con la ilusión que tenías cuando jugabas de niño. Busca, pelea, y haz que sea divertido, el 20 de Marzo, y CADA DÍA de tu vida.

Al fin y al cabo, la felicidad es un trabajo inacabable, pero que se disfruta haciéndolo, no terminándolo. Empieza a construir tu propia felicidad. No esperes a que nadie, te dé sus claves. 

viernes, 14 de marzo de 2014

LA VISUALIZACIÓN

Siempre he dicho que en la vida no hay que pre-ocuparse, hay que ocuparse.

Lo que no equivale a no planificar ni ser precavido. Pero tampoco equivale a sufrir por lo que no ha pasado.

Eso es el pensamiento anticipatorio: pensar en lo malo sin tener evidencias de que haya ocurrido o vaya a ocurrir. Este pensamiento es desterrable por dos causas: 
  • Sufrimos más pensando en lo malo que cuando nos pasa, porque paradójicamente cuando nos pasa lo malo las personas conseguimos reunir el suficiente coraje como para superarlo. O piensa en este ejemplo: una persona con fobia a las agujas sufrirá mucho más por la ansiedad que le ocasiona esa fobia que por el leve pinchazito de la aguja.
  • El pensamiento anticipatorio nos lleva hacia la profecia-autocumplida: por pensar en lo malo, finalmente sucede. No tiene nada que ver con el pensamiento mágico, que ya comenté en otro post y que consiste en establecer una relación irracional entre nuestros pensamientos y los eventos en nuestra vida.
La profecía autocumplida hace mención a cómo nuestros pensamientos influyen sobre la conducta. Por ejemplo: si inicio un nuevo proyecto y desde el principio pienso que fracasaré, mi motivación, energía y claridad mental para buscar recursos, soluciones e ideas, no serán muy eficaces. Si creo que mi pareja cuando no está conmigo me está siendo infiel, mi desconfianza, mis celos y mi elevado nivel de dependencia emocional seguramente deteriorarán la relación y hasta, es posible, que por ello mi pareja acabe por serme infiel.

La profecía autocumplida puede recaer sobre los demás, y entonces hablamos de Efecto Pigmalión: el poder que tienen nuestras expectativas sobre los otros (hijos, alumnos, empleados). O puede recaer sobre uno mismo, y entonces hablamos de Efecto Galatea: las convicciones sobre nuestro propio fracaso... o éxito.

Porque claro, nosotros mismos podemos hacer que esa profecía autocumplida se convierta en un bonito sueño que se hace realidad. Dile a tu hijo, alumno o empleado que crees firmemente en que puede hacerlo, y pondrá más empeño en hacerlo. Dite a ti mismo que eres capaz de conseguirlo y, como mínimo, tu motivación y energía aumentarán, acercándote más a tus objetivos.

Para ello, un ejercicio que se hace en terapia y, sobre todo, en Psicología del Deporte, es LA VISUALIZACIÓN: nos imaginamos a nosotros mismo afrontando un reto venidero: un examen, una charla en público, un partido de fútbol, una cita, un nuevo trabajo... en clave de éxito. Para aplicar esta técnica, lo ideal es acudir a un terapeuta que te entrene en ella. Pero he aquí unas orientaciones:
  • Hay que imaginar vívidamente. No es fácil, la imaginación hay que desarrollarla. Algo que ayuda: prestar atención a los detalles.
  • Recréate en las sensaciones de tu éxito: las consecuencias positivas, las alabanzas de los otros, la satisfacción personal que te produce...
  • ¡Y no olvides imaginar en clave de éxito! Es decir, no pienses en lo que podría pasar, piensa en lo que quieres que pase.
"My fair lady", una gran película,
ejemplo del Efecto Pigmalión.
Es una buena forma para que, eso que quieres, finalmente suceda. Goethe dijo (y tiene que ver con el Efecto Pigmalión pero es igualmente aplicable al Efecto Galatea): "Si tratamos a una persona como lo que es, seguirá siendo lo que es; pero si la tratamos como lo que podría ser, entonces se convertirá en todo lo que puede llegar a ser".

Y podemos llegar a ser todo lo que pensemos, y más, y mucho mejor.

viernes, 7 de marzo de 2014

BAILE DE MÁSCARAS

Fecha de carnaval. De disfrazarse. De ponerse una máscara.

El origen de esta fiesta es cristiano y proviene de un lapso temporal, una especie de tregua o descanso, que precedía a la represión sexual y formalidad litúrgica de la Cuaresma. De ahí la máscara: su función es la de escoder al "pecador".

Me viene a la mente entonces una pregunta: en fecha de carnaval, ¿ocultamos nuestro verdadero yo detrás de una máscara... o usamos esa máscara y el disfraz para expresar nuestra auténtica naturaleza, esa que, en épocas más antiguas era reprimida por dogmas tremendamente arcáicos?

Sea cual sea la respuesta, lo que es una evidencia es que un componente clave de esa cosa que a veces llamamos felicidad, es la AUTENTICIDAD.

Es decir, la capacidad de vivir nuestra vida acorde a nuestros ideales, pensamientos, emociones, sueños... Autenticidad no es hablar por la boca de otros ni ser lo que otros quieren que seas. Autenticidad es ser yo. Y es una buena forma de andar el camino hacia la autorrealización: ese camino que nos lleva a nuestro mejor yo.

Sin embargo... TÚ PUEDES LLLEGAR A SER MUCHOS YOES. Nuestro mejor potencial, no es una imagen fija de nosotros mismos. ¿O acaso nuestros sueños no cambian? ¿Y nuestros ideales, cuando nos damos cuenta de que eran errados? ¿Y nuestros pensamientos, nuestras emociones...?

Somos cambio.

No obstante, hay veces que la tristeza, que es una emoción, y como tal es transitoria, viene y se instala en nuestra vida de forma más o menos estable, y a eso es lo que llamamos depresión, un desorden emocional, una manera desordenada y nada efectiva de gestionar nuestras emociones. Puede ser por un motivo que no conocemos bien, o porque hemos perdido a alguien o, en muchas ocasiones, porque perdemos la esperanza. La tristeza se hace entonces con el mando de nuestras vidas, nos manipula, nos engaña, y aprovecha su embrujo para hacernos creer que es lo que toca, que así debe ser, que éste/ésta soy yo.

Y de repente, la vida nos hace un regalo. O puede que incluso varios: el abrazo de un amigo, un día de sol, una sorpresa inesperada, unas palabras de apoyo, una risa... Y nos descubrimos a nosotros mismos riéndonos, nos descubrimos en un estado de bienestar, y nos sentimos culpables, porque pensamos, porque la Depresión, esa burda embustera, nos dice que no es lo que toca, que no eres tú. Y no existe mayor falacia.

La próxima vez que te sientas mal y te descubras a tí mismo riéndote o disfrutando de una sensación agradable, pregúntate si no será tu Verdadero Yo gritándote desde dentro para que le devuelvas el espacio que la Depresión le ha arrebatado.

Pregúntate... cuál es la máscara.