miércoles, 31 de enero de 2018

LA AUTOCOMPASIÓN POSITIVA

De 2015 a 2017 tuve el orgullo de formar parte del APOLel servicio de Apoyo Psicológico On Line de la Fundación Punset. Una selección de psicólogos de toda España que contestábamos consultas en torno a problemas de depresión, ansiedad, estrés, pareja, desamor, y muchos otros.

Fue una gran cantidad de trabajo, más de 150 consultas publicadas, y una enorme experiencia de aprendizaje que me llevé y que quiero compartir con vosotros, publicando algunas de las consultas más destacadas que tuve la oportunidad de contestar.

Esta semana: LA AUTOCOMPASIÓN POSITIVA.  Un caso real que nos muestra la influencia que tiene para nuestro estado de ánimo cómo nos hablamos y tratamos a nosotros mismos, y por ende, la importancia de ser amables (autocompasivos) con nuestro yo.

CONSULTA


Mi problema es un compendio de muchos problemas que aisladamente no son gran cosa pero todos juntos me ahogan. Tengo 42 años, soy doctor en ciencias por una universidad británica, casado sin hijos. Desde niño yo siempre he sido el tonto de la familia, el loco que estudia una carrera de ciencias, el que es más feo que Picio y tiene una apariencia horripilante, el tonto que tiene que emigrar de España para poder comer, el que se casa con una china porque una española ni lo mira, china que está harta de mis olvidos y despistes, y que está conmigo porque no tiene nada mejor (de momento). A nivel laboral siempre me ha ido de pena, de trabajo en trabajo porque siempre atraía los problemas o metía la pata en el peor momento. He pasado de ser superdotado a tener un CI que ha bajado 30 puntos. Resumiendo, voy en picado, cada 5–8 años tengo que cambiar de país-pareja-trabajo, todo en un pack, y cada vez estoy más cansado, ya no tengo fuerzas para cambiar algo que lleva sucediendo varias décadas ni para sobrellevarlo. Bueno, gracias al menos por escuchar.

RESPUESTA

“Hola, tengo 42 años y, aunque mi familia no me alentó a estudiar Ciencias, conseguí un Doctorado en una Universidad británica. Hoy día, a pesar de mis complejos con mi apariencia física, estoy casado, y también soy uno de esos valientes que, por las circunstancias, tienen que emigrar de España para poder trabajar”.

He usado la misma información que tú ofreces, pero le he dado otro significado. Un significado en el que no te desprecias, no te insultas, no te machacas, no te envileces… De pequeño nos enseñan a relacionarnos con los demás y con el entorno, pero… Rara vez nos enseñan a relacionarnos con nosotros mismos. Sin embargo eso no significa que esa relación sea inexistente. ¿Tratarías como te tratas a un hijo, a un hermano o a un amigo al que pretendes animar y motivar?

El CI puede fluctuar con los años, pero también poseemos una amplia evidencia empírica de cómo la Inteligencia Emocional es tan, o seguramente más, importante para el éxito que el CI. Los estados de ánimo positivos, la motivación y la autoconfianza correlacionan directamente con estilos de afrontamiento más eficaces. Dátelo. Pero para dártelo, tienes que hacer un cambio en tu diálogo interior. Sustituir ese automachaque constante por autocompasión, en el sentido positivo de la palabra: ser amable con uno mismo. 

Fíjate por ejemplo en el Efecto Pigmalión: si le dices a un niño que es torpe no se esforzará, si le dices que puede hacerlo mejor, lo intentará. A través de la terapia psicológica puedes transformar tu diálogo interior, reconocer tus fallos y defectos, y aprender a modificarlos o a aceptarlos y a aprovechar tus fortalezas.

Mírate y trátate distinto, y serás distinto, porque al final, creamos lo que creemos. Suerte y un abrazo.

jueves, 25 de enero de 2018

PROPÓSITOS PARA UNA BUENA VIDA

Cuando pasamos de un año a otro es común que aparezcan nuevos propósitos: empezar régimen, dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender un idioma... Vemos el cambio de año como un acicate para cambiar (y mejorar) nuestra vida.

Elsa Punset nos puede decir algo muy interesante al respecto, en este corto pero muy útil vídeo:



Resumiendo, podemos decir que cuando nos marcamos un propósito, debemos tener en cuenta lo siguiente:

1. Mejor uno sólo que muchos. Una meta.

2. Que se pueda dividir en pequeños objetivos intermedios que funcionen como recompensas para nuestro cerebro.

3. Que sea realista y medible, es decir, que podamos comprobar que hemos cumplido nuestro propósito.

Sin embargo, quería hablar en este post de otro tipo de propósitos: la RAE en una de sus acepciones de la palabra propósito nos dice: "objetivo que se pretende conseguir". Y esto es de lo que acabamos de hablar. Pero en otra acepción, nos dice: "ánimo o intención de hacer o no hacer algo". Esta definición es más generalista y me facilita establecer propósitos más flexibles, que no son objetivos que se consigan o no se consigan, sino más bien acciones con las que perseguimos un único fin:

Vivir una buena vida.

Y como estaréis de acuerdo en que para vivir una buena vida no es condición necesaria alcanzar uno o varios objetivos, y tampoco puede definirse en función de la ausencia de malestar, vivir una buena vida podría ser, al fin y al cabo, vivir más bien que mal, según lo que cada uno entienda por su propio bienestar.

Por tanto, estos propósitos flexibles que no necesitamos conseguir, porque no se consiguen ya que son dinámicos, se podrían clasificar en más y en menos.

Pregúntate qué quieres más en tu vida y qué menos.

Para 2018 y para el resto de tu vida.

Yo mismo hice este ejercicio durante las pasadas fiestas, y éste fue el resultado: ayudar más, quejarme menos; reír más, enfadarme menos; beber menos alcohol y "beber" más cultura... ser más feliz, con menos.

La lista podría ser más larga, aquí no vamos a saturar al cerebro ya que estos propósitos son flexibles. Tampoco tienes que llevar un registro ni medir continuamente si lo estás cumpliendo. Simplemente haz tu propia lista de "más y menos". Ponla bonita: coloréala, rodéala de dibujos, usa la imaginación para hacerla atractiva. Y colócala en un lugar importante para ti, visible, para tenerla a mano y recordarla de vez en cuando. Al final del año haz un poco de instrospección: ¿te fue bien? Lo peor que te puede pasar es que llegues a la conclusión de que para el siguiente año tienes que seguir sumando y restando más, ¡y eso no es una mala noticia!

¿Qué pondrías en tu lista?

¿Más bailes y menos preocupaciones?

¿Menos horas de trabajo y más horas en la cama?

¿Menos peleas con tu pareja y más orgasmos?

¿Más caricias y menos críticas?

¿Menos ruido (acústico, mental, emocional) y más paz?

Porque al final tener una buena vida puede ser el resultado de una suma y una resta. Hacer menos lo que nos sienta mal, y hacer más lo que nos sienta bien.

Porque la felicidad no es lo que te pasa, sino lo que haces.

¡Un abrazo!

lunes, 15 de enero de 2018

ALEGATO A LA TRISTEZA

Hoy es Blue Monday. O eso dicen. El día más triste del año según una ecuación. Por supuesto, como su propio creador ha reconocido (lo puedes ver aquí), esta ecuación no tiene nada de científico y se usó en realidad para fines publicitarios: vender billetes de avión. Si la gente está triste tiene más excusas para viajar, fue lo que debieron pensar quienes tuvieron la idea.

El caso es que, de todas maneras, y dado que hoy día existe un día para todo, no me sienta mal que hayan elegido un día para la tristeza. Me parece una ocasión genial para normalizarla, desdramatizarla y, como pretendo hacer con este post, defenderla, exponiendo las RAZONES POR LAS QUE LA TRISTEZA NO ES UNA MALA EMOCIÓN:

1. En primer lugar: porque no existen las emociones buenas y malas. Todas las emociones son naturales y cumplen funciones que son necesarias. Si la tristeza no existiera, nos adaptaríamos peor a nuestro entorno.

2. Algunas de las funciones de la tristeza son: nos ayuda a reintegrar en nuestra experiencia de vida situaciones vivenciadas como adversas o traumáticas; a través de ella procesamos el duelo o pérdida; facilita la introspección y con ello el cambio; fomenta la conducta de apoyo y altruista.

3. A través de las lágrimas que nos provoca la tristeza, llegamos a la catársis emocional (liberación) y nos aliviamos. Así sanamos el dolor emocional.

4. Si no existiera la tristeza no sabríamos valorar otros ánimos como la alegría, el placer o el humor.

5. La tristeza puede ser una fuente de inspiración y un canal de creatividad. Muchos de los grandes autores de todos los tiempos, en diversas disciplinas (literatura, arte, música, cine), crearon sus mejores obras encontrándose inmersos en estados deprimidos. Por un lado la tristeza dirigía sus talentos, y por otro, el arte de crear les ayudaba a transformar su estado de ánimo.

Por tanto, si el Blue Monday sirve para algo (que lo dudo), que sirva para esto: para quitarle valor negativo a la tristeza. ¡No te sientas mal por sentirte triste! No añadas culpa o vergüenza o enfado a tu tristeza. No te forjes una identidad permanente a partir de un estado temporal: no eres un triste por sentirte triste, ni tiene una vida de mierda por tener un día triste. 

La tristeza es necesaria, y puede ser incluso buena, como hemos visto. Así que, ¡permítetela!

Piensa que cada lágrima que brote de tus ojos es una semilla que llega al centro de tu corazón y lo hace más grande, más hermoso, más fuerte.

¡Viva la vida, y por tanto, viva la tristeza, que forma parte de la vida! No se puede celebrar una sin la otra.

Que tengas un día triste o alegre, da igual, pero sobre todo, que tengas una vida feliz. Un abrazo.

martes, 9 de enero de 2018

LA ESCRITURA-TERAPIA: MEDICINA PARA EL ALMA

¿Nunca te has preguntado porque te resulta más fácil ayudar a otros que a ti mismo?

Pasa, ¿verdad? Algunas veces somos capaces de mantener la calma y ofrecer sabias recomendaciones a personas que están en crisis, pero cuando soy yo quien entra en crisis, ¡a ver quién es el guapo que me ayuda a mí ahora!

Tú eres ese guapo o guapa.

Si tienes esa capacidad para con los demás, ¿por qué no la vas a tener para contigo mismo? 

Pero hay que saber usarla, y a veces resulta sumamente difícil porque nos sentimos atrapados por nuestros propios pensamientos autosaboteadores y el remolino de emociones que los acompañan.

Hay una llave que nos puede liberar de ese encierro, y tiene forma de lápiz.

ESCRIBIR.

Porque cuando escribo sobre cómo me siento y por qué, y reflejo qué me estoy diciendo a mí mismo para sentirme así, consigo poner distancia entre mi mundo interior y yo.

Ya no estoy dentro del torbellino emocional, ahora estoy fuera, y estoy observando mis pensamientos y emociones, atrapados en el papel.

Y entonces adquiero perspectiva, puedo objetivar, racionalizar, y darme tan buenos consejos como los que doy a familiares y amigos, si me pregunto: ¿qué puedo hacer para resolverlo, si es que tiene solución, y si no: qué puedo hacer para simplemente sentirme mejor?

La Escritura-Terapia es un recurso tan poderoso como la Meditación, el Mindfulness o el Diálogo Interno, para ser capaces de observar nuestro mundo interior y dominarlo.

Para no quedarnos atrapados en él... y ser más libres, y por ende, más felices.

Principales utilidades de la Escritura-Terapia:
  • Facilita la expresión y comprensión emocional.
  • Nos sirve para ordenar ideas.
  • Descubrimos conflictos internos y ayuda a su resolución.
  • Nos proporciona un análisis de la relación entre lo que sentimos y pensamos y la propia conducta y su funcionalidad.
  • Mejora nuestra autoconciencia y autoconocimiento.
  • Nos ayuda a desahogarnos al facilitar la catársis emocional.
  • Conseguimos observar nuestro estado interior desde una perspectiva externa y por tanto más neutral.
Este sábado 13 de Enero haré un Taller de Escritura-Terapia para enseñar, a través de diversos ejercicios y técnicas, cómo podemos usar y aprovechar este poderosísimo recurso que es la escritura, a favor de nuestro propio bienestar y crecimiento personal.

Conseguir paz interior, escribiendo con cabeza, y desde el corazón.

Si estás en Málaga, espero verte por allí. ¡Un abrazo!

miércoles, 3 de enero de 2018

LO MEJOR DEL 2017 (III)

Como cada año por estas fechas, en las que hemos despedido un año y recibido a otro, hago un repaso de lo mejor visto en Redes Sociales, sobre psicología, bienestar y crecimiento personal. 
A pocos días de que lleguen los Reyes Magos, en lugar de mirra, oro e incienso, yo te deseo que este 2018 te venga cargado de amor, paz y felicidad.
Porque los mejores regalos no son cosas, porque las mejores cosas de la vida son las que tú haces. ¡Un abrazo!



Eres mucho más que un cuerpo y una mente.



En un mundo de prisas en el que tanto es obviado, parar, ver y agradecer es una acción que cambia el mundo. Genial charla:



“Si pudiésemos leer la historia secreta de nuestros enemigos, encontraríamos en la vida de cada persona tanta tristeza y sufrimiento como para desarmar cualquier hostilidad” .



Un maravilloso regalo que nos enseña una valiosa lección: si queremos... ¡todos los días es Navidad!