jueves, 27 de agosto de 2020

10 PASOS PARA REFORZAR TU AUTOESTIMA




Aprovecho agosto para tomarme un descanso del blog y republicar algunos de mis posts más antiguos. Ya sabéis lo que pienso: en psicología (en la vida) tan importante es lo que hay que aprender, como desaprender como recordar para reforzar.


Esta semana, 10 PASOS PARA REFORZAR TU AUTOESTIMA, un post que nos recuerda que tenemos una relación con nosotros mismos y que hay muchas cosas que podemos hacer para cuidarla y fortalecerla. ¡Quiérete mucho!

-------------------------

Desde pequeños nos enseñan a relacionarnos con los demás y con el entorno.

¿Y a relacionarnos con nosotros mismos?

¿Se nos enseña a conocernos, a valorarnos, a cuidar lo que nos decimos...?

¿Sabes quién es la persona con la que más hablas a lo largo del día? Exacto: tú.

Y llega un momento en el que nos sorprendemos porque leemos un libro de autoayuda, o vamos al psicólogo, o acudimos a una conferencia y ¡anda, si me estoy tratando como el culo!

Claro. La autoestima depende mucho de la forma en la que te trates. Imagina a un niño al que sus padres ignoran o humillan o castigan continuamente. ¿Se sentirá valorado?

Hemos de aprender a darnos cada día el cariño que necesitaría cualquier niño para fortalecer su autoestima, ya que eso agrandará nuestra autoconfianza, imprescindible para afrontar los retos que nos pone la vida.

Si no te enseñaron a quererte, o aprendiste justo lo contrario, a malquererte, tranquilo: todo lo que se aprende se puede desaprender y sustituir por un nuevo aprendizaje.

Seguir estas PAUTAS te puede ayudar en ese ilusionante proyecto de quererte más y mejor a ti mismo:
  1. Conócete bien. ¿Qué te gusta y qué no, qué te da miedo, qué te motiva?
  2. Pon el foco de atención sobre lo mejor de ti. ¿Por qué martirizarse por los defectos cuando podemos fijarnos en nuestra virtudes y potenciarlas?
  3. No sea extremista. Ni todo es blanco ni todo es negro. Tus defectos, tus fracasos, que te sirvan para aprender y mejorar, no para hundirte.
  4. Usa el diálogo interior para animarte, para motivarte, para darte cariño, en lugar de para culparte y castigarte.
  5. Haz una revisión autobiográfica positiva. Es decir, recuerda tus logros. Te dan una información muy valiosa de tu potencial, de tu mejor versión.
  6. Proponte siempre nuevos proyectos que estimulen y desarrollen ese potencial. Han de ser metas realistas y adaptadas a tus capacidades.
  7. No te compares. Es de los peores errores en los que caemos las personas, porque tendemos a ver en el otro solo lo que no tenemos.
  8. No busques la aprobación de los demás, sino tu propia satisfacción personal.
  9. Acéptate. Tienes defectos como todo el mundo. Esfuérzate por cambiar lo que no te gusta de ti, pero no persigas la perfección.
  10. Sigue el camino de la autorrealización, la búsqueda del Ser, tu yo más auténtico. Quien realmente eres y no quien te han dicho que debes ser.

Cada persona que inició un proyecto personal y terminó en éxito, que no te quepa la menor duda que puso mucho amor en ello. Que el primer y último proyecto de tu vida seas tú mismo y que le pongas siempre mucho amor.

-------------------------------

Cuestiona siempre lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.

Si te gustó el post, no te lo quedes solo para ti, compártelo.

Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo.

¡Y recibe este abrazo!



LA FALACIA DEL AMOR




Aprovecho agosto para tomarme un descanso del blog y republicar algunos de
mis posts más antiguos. Ya sabéis lo que pienso: en psicología (en la vida) tan importante es lo que hay que aprender, como desaprender como recordar para reforzar.

Esta semana, LA FALACIA DEL AMOR, un post que nos sirve para distinguir entre qué es mentira y qué verdad, qué tóxico y qué sano, en el amor.

¡Para los enamorados de la vida!

----------------------------------


Hay estudios que demuestran que cuando nos enamoramos los procesos químicos que se producen en nuestro Sistema Nervioso no son muy distintos a los de una adicción a una sustancia.


Otros ponen fecha de caducidad al amor, y aseguran que dura como mucho unos años. Que primero hay pasión, que luego eso se apaga y se convierte en otra cosa, que a duras penas conseguimos que quede algo...

Ante informaciones de este tipo, y peor aún, ante los eventos que nosotros mismo experimentamos a lo lago de nuestra vida (desengaños, desamores, rupturas...), y la interpretación que hacemos sobre los mismos, no es difícil encontrar a gente que no crea en el amor y piense que éste es sólo una mentira, una ilusión, una falacia.

¿Existe realmente el amor?

Seguramente antes de contestar a ese interrogante, haya que preguntarse primero: ¿qué es el amor?

Y es que, de mi experiencia como psicólogo en el ámbito de la pareja, si algo me queda claro no es que el amor sea una falacia, pero sí que hay muchas falacias que distorsionan nuestra percepción sobre qué es el amor hasta transformarlo en una idea desfigurada que es la raíz de numerosos hábitos románticos tremendamente insanos y perjudiciales.

Porque el amor no es necesidad, el amor es voluntad.

El amor no es "para siempre", el amor es "cada día".

El amor no es sufrimiento, el amor es goce, plenitud, felicidad.

El amor no es sumisión, el amor es compartir.

El amor no es obligación, el amor es generosidad.

El amor no pasa, el amor se construye.

El amor no es "por ti", el amor es "contigo". Y a veces, sin ti.

Porque en el amor no hay que creer. El amor se hace.

Si el amor te obliga a depender del otro, a no ser tú mismo, a "sufrir por amor"... Si el amor te da más penas que alegrías. Hazme caso, eso no es amor. Sal de esa mentira. Abandona esa falacia.

Porque el amor existe, y puedes encontrarlo... Si sabes exactamente qué buscar.

-------------------------

Cuestiona todo lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.

Si te gustó este post y crees que puede ser útil a otros, comparte por favor.

Hago terapia en Málaga, online para el resto del mundo, y también de pareja. Si me necesitas, me tienes a tu disposición.

¡Y recibe este abrazo!



jueves, 6 de agosto de 2020

LA PARADOJA DE LA ACEPTACIÓN



Aprovecho agosto para tomarme un descanso del blog y republicar algunos de mis posts más antiguos. Ya sabéis lo que pienso: en psicología (en la vida) tan importante es lo que hay que aprender, como desaprender como recordar para reforzar.

Esta semana, LA PARADOJA DE LA ACEPTACIÓN, un post que nos recuerda aquello de "lo que resistes, persiste; lo que aceptas, se transforma".

Así es.

------------------------------

En anteriores posts hablé de la necesidad de aprender a vivir con emociones incómodas. Porque forman parte de la vida. Y porque incluso de emociones desagradables y dolorosas como el miedo y la tristeza se saca algo bueno, ya que que cumplen una función: el miedo protege, la tristeza es integradora.

Sin embargo, cuando trato de transmitir este aprendizaje a mis pacientes, casi siempre encuentro (y así creo que le sucede a la mayoría de las personas) una enorme resistencia a la aceptación. Y pienso que es debido a que hemos llegado a creer que:

- Aceptar es resignarse, rendirse.

- Si le damos el control a la emoción, la emoción se instalará definitivamente. 

- Como somos, en gran parte, esclavos de la dictadura de la felicidad, si no nos sentimos bien todo el tiempo, "es algo terrible".

Estas tres creencias, que dominan el esquema mental social, son absolutas falacias. Por un lado, es imposible sentirse bien todo el rato: las emociones incómodas, la adversidad y el fracaso forman parte de la vida y tienen también su lado bueno.

Por otro, en la ciencia de la Psicología se ha demostrado que mientras más luchamos o tratamos de controlar nuestras emociones dolorosas, más intensas y largas se  vuelven éstas.

Ésa es la paradoja de la aceptación: cuando acepto no me rindo, VENZO.

Porque de la lucha y el control nacen este tipo de pensamientos: "No quiero sentir esto, no debería estar sintiendo esto, ¿por qué me siento así?, ¿cuándo voy a dejar de sentirme así?, si me siento así no voy a conseguir lo que quiero, soy estúpido, inútil y débil por sentirme así..."

La lucha y el control se vuelven contra nosotros. A la tristeza o al miedo se les unen una serie de críticas y juicios autodestructivos, además de otras emociones dolorosas como la culpa, la frustración o la desesperación.

Resultado: me siento peor por sentirme mal. Y mi tristeza o mi miedo se agrandan y alargan. Y entonces es cuando se transforman en depresión o ansiedad.

Necesitamos superar y anular esas críticas y juicios, y alcanzar entonces un estado contemplativo a través del cual observemos la emoción como lo que es: un evento interno que simplemente está sucediendo y del que se puede extraer una información relevante y positiva.


Esto se puede conseguir a través del mindfulness: la capacidad para prestar atención plena al momento presente, sin criticarnos ni juzgarnos. Y nuestro mundo interior, por supuesto, forma parte del momento presente. Se trata, por tanto, de observar.

Recuerda: no se gana una batalla por pelear más, se gana cuando termina la pelea.

----------------------------------

Cuestiona todo lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.

Si te gustó este post, por favor, no te lo quedes solo para ti, compártelo. Deja algún comentario si te apetece.

Os recuerdo que, aunque me tomaré algunos días de vacaciones en agosto, sigo haciendo terapia en Málaga y on line para el resto del mundo.

¡Y recibe este abrazo!