lunes, 27 de abril de 2015

CÓMO CONSEGUIR QUE TE DÉ TIEMPO A TODO

Vivimos tiempos estresantes. O eso dicen. Los psicólogos, que somos muy raros pa´estas cosas, decimos que vivimos en la era de la multitarea.

Hacemos muchísimas cosas a lo largo del día, y como consecuencia, muchas de ellas las hacemos a la vez para que nos dé tiempo: comemos mientras trabajamos, hablamos con nuestros amigos mientras miramos el whatsapp, hacemos el amor mientras ¡repasamos la lista de cosas que tenemos que hacer mañana!

Y claro: no disfrutamos por completo del delicioso sabor de esas croquetas, nos perdemos una interesantísima conversación, o no conseguimos tener un magnífico... Bueno, creo que ya me has entendido.

Cultivar la Atención Plena nos ayuda a vivir el aquí y ahora. Pero es que muy a menudo el aquí y ahora se puede convertir en una odisea, ya que no dejan de acumularse tareas, y más tareas, y más... Y claro, lo queremos hacer todo porque: ¡somos el hombre y la mujer de la era multitarea!

Sin embargo:

Nuestro cerebro es monotarea, no es capar de realizar,
con éxito, dos tareas a la vez.

Sólo hay dos excepciones: que sean tareas que impliquen distintos tipos de procesamiento cerebral, por ejemplo puedes escuchar música clásica mientras estudias, pero si escuchas canciones, tu atención alternará entre la letra de las mismas y los conceptos que tratas de asimilar; y que una de ellas se trate de una tarea muy automática, como correr o montar en bici.

Por lo tanto, lo mejor para hacer las cosas bien, y para disfrutar con plenitud lo que hacemos, es hacer primero una cosa y luego otra, y luego la siguiente... Sí, lo sé, ¡mañana mismo vas a hacerme caso, seguro!

Es muy posible que muchos de vosotros esté pensando que si no hiciera uso del recurso multitarea no le daría tiempo a hacer la cantidad excesiva de tareas que está "obligado" a hacer a lo largo del día.

Sin embargo:

Uno de los factores que más estrés nos provoca, incluso por encima
de la carga excesiva de trabajo, es la sensación "¡no me va a dar tiempo!"

El botón que apaga esa alarma que se nos enciende muchas veces en el cerebro es la ORGANIZACIÓN.

Claro que puedes organizarte fatal la primera vez y que no te dé tiempo a terminar lo programado, pero eso te servirá de aprendizaje para que la próxima vez puedas organizarte mucho mejor.

Por otro lado, he encontrado un sofisticadísimo diseño estratégico que os será de gran utilidad a la hora de organizar tareas y asignarles un tiempo. Atención, eh:


No todo es urgente e importante, así que la próxima vez que te estreses y pienses que el mundo se te va a venir abajo porque no te va a dar tiempo a todo, pregúntate si no habrá algo que puedes posponer, delegar, o incluso tirar a la basura. A veces todo, es demasiado.

Gracias por encontrar tiempo para leer este post. Creo que no era algo urgente, no sé si importante, pero espero y deseo que haya resultado, enriquecedor.

martes, 21 de abril de 2015

ACEPTAR LA PARTE INJUSTA DE LA VIDA

Os propongo reflexionar un momento sobre la siguiente frase:


Veamos sus posibles implicaciones:
  • No implica que haya que ser mala persona.
  • No implica que para ir a una corrida de toros debas hacerte vegetariano para que el toro no te ataque.
  • Implica ACEPTAR que la vida a veces puede tratarte mal... Hagas lo que hagas.
Sin embargo, esta verdad cuesta mucho asumirla. Nos resistimos a aceptar. Y esa resistencia nos agota y a veces nos hunde en desesperación.

No es difícil, por ejemplo, imaginarse a alguien convencido de que si mantiene una actitud positiva y se esfuerza y persevera, las cosas le saldrán bien, y que sin embargo, tras un par de fracasos consecutivos, ese optimismo que le caracterizaba se convierta en indefensión aprendida.

Indefensión aprendida = Haga lo que haga no servirá de nada (Resignación).
Aceptar = ESTO no ha servido de nada.

Cuando no aceptamos los sucesos negativos en nuestra vida, ya sean fracasos, pérdidas o traumas, es porque nos aferramos a las expectativas que teníamos. De tal manera que no dejamos de pensar: "Esto no debería haber pasado". No debería haberse terminado, no debería haberme tocado a mí, no debería haber sido así.

Debería. ¿Quién es el que debe nada a nadie? ¿El Universo, Dios, el Presidente?

Tú te debes Felicidad a ti misma.

Pero cuando nos fallamos a nosotros mismos somos los primeros que nos hacemos daño, negando ese Gran Deber que tiene todo ser humano a tratar de ser feliz. Éste es el proceso mental:

Me porto lo suficientemente bien como para que me pasen cosas buenas - Me ha pasado algo malo - No soy bueno - No merezco felicidad

Una falacia absoluta, porque estamos partiendo de una premisa errónea que es: por ser bueno (me esfuerzo, trabajo, me porto bien, pago mis impuestos, etc.) sólo, única y exclusivamente me deberían pasar cosas buenas.

Pero ya sabemos que la vida no funciona así. En el mundo hay bien y mal, y mientras antes aceptemos la adversidad, más pronto podremos superarla.

Así que deja de dirigir tu foco atencional a la Acción, lo que pasó y no puedes cambiar, y empieza a dirigirlo hacia tu Reacción, lo que vas a hacer aquí y ahora para conducirte hacia la felicidad.

Esa felicidad incompleta, inexacta e inestable, pero posible, muy posible, en un mundo injusto, pero lleno de posibilidades.


martes, 14 de abril de 2015

LA PSICOLOGÍA POSITIVA: UN VIAJE HACIA EL CENTRO DEL BIENESTAR

El viernes pasado estuve en Madrid en una reunión que organizó la Fundación Punset para que los psicólogos que formamos parte del APOL (el servicio de Apoyo Psicológico Online de esta Fundación) debatiéramos y pusiéramos en común sobre nuestra labor realizada y aspectos a mejorar.

Fue un encuentro muy enriquecedor, ya que nos reunimos psicólogos de toda España y de muy diversas corrientes (cognitivos-conductuales, psicoanalistas, humanistas...), por lo que pudimos aportar nuestros propios puntos de vistas y nutrirnos de ideas y experiencias ajenas.

Además, también tuve la ocasión de conocer al amigo Eduard.

Eduard Punset y un servidor.



Para mí fue un momento muy especial y entrañable ya que fue a partir de un libro de Punset, El Viaje a la Felicidad, como empezó mi acercamiento a la Psicología Positiva.

Y de Psicología Positiva precisamente quería hablarte en este post. Porque en aquella reunión comprobé que, incluso entre compañeros, todavía se dirige la mirada con ojos escépticos hacia este enfoque dentro de la Psicología, seguramente debido a que es un fenómeno relativamente nuevo y todavía existe mucha desinformación respecto al mismo. Así que, y siguiendo una máxima de Eduard Punset, "Hoy no es tan importante lo que podemos aprender como lo que deberíamos desaprender", voy a tratar de arrojar un poco más de luz sobre la Psicología Positiva.

Martin Seligman, uno de los padres de la Psicología Positiva.

 ¿QUÉ NO ES Y QUÉ ES LA PSICOLOGÍA POSITIVA?
  •  ¿Qué no es? No es una religión ni una secta. De hecho la Psicología Positiva estudia las bases del bienestar mental y emocional a partir del método científico. Tampoco es un enfoque terapéutico. Psicología Positiva es investigación, y sus hallazgos se pueden aplicar a diversas áreas: al trabajo, a la educación, a la autoayuda o gestión del bienestar personal, y también, como yo hago, a la psicoterapia.
  • ¿Qué es? Básicamente: promoción de la salud. Ésta es la diferencia principal entre la Psicología tradicional y la Psicología Positiva: que la primera se ha centrado en el problema/enfermedad, y la segunda pone el énfasis en aquellas cosas que nos hacen sentir bien y facilitan que tengamos una buena vida.
  • ¿Qué diferencia hay entonces entre un psicólogo que aplique Psicología Positiva en terapia y uno que no lo haga? Hablo desde mi experiencia: yo hago terapia cognitivo-conductual, aunque soy bastante ecléctico y no me cierro a otras escuelas como la humanista o el psicoanálisis. Esto quiere decir que a la hora de aplicar técnicas parto de estas corrientes. Pero a la hora de interactuar con mis pacientes trato de lograr que aprendan a manejar aquellos recursos, tanto personales como ambientales, que les van a servir no sólo para, de una manera colateral, solucionar sus problemas, sino también a gestionar de manera más eficaz su bienestar y crecer como personas.
Y es que en la Psicología Positiva, y he aquí la clave: nos ocupamos del bienestar de las personas, sin olvidarnos del malestar y de qué lo provoca, pero poniendo sobre todo el foco de atención en qué nos hace felices.

Siendo conscientes por otra parte de que la felicidad es una meta que nunca se alcanza, por eso los psicólogos positivistas nunca dejamos de estudiar, nunca dejamos de aprender, porque sabemos que es en el mismo viaje donde se encuentra, y se general, el centro del bienestar.

martes, 7 de abril de 2015

LA IMPORTANCIA DEL MINDFULNESS O ATENCIÓN PLENA

Aprovechando que este sábado 11 de Abril hago un Taller de Mindfulness + Inteligencia Emocional voy a dedicar este post a la Atención Plena, también conocida como Mindfulness.

¿Qué es la Atención Plena?

Primero hay que saber qué no es: la Atención plena no es relajación, no es una religión ni una filosofía.

Es la capacidad de la mente para prestar una atención plena en el momento presente, en el "aquí y ahora". Sin criticar, ni juzgar ni observar la experiencia. Simplemente, observando.

¿Por qué es importante cultivar la Atención Plena?

Para contestar a esta pregunta voy a hacerte otra yo a ti:

¿Dónde, en qué lugar y momento, se encuentra la felicidad?

La respuesta es más sencilla de lo que parece: en el "aquí y ahora". Es en el aquí y ahora donde podemos actuar, es en el aquí ahora donde podemos hacer algo, es en el aquí y ahora donde podemos disfrutar. Y sin embargo, es cuando vivimos sumidos en las rumiaciones del pasado o las preocupaciones por el futuro, cuando no nos permitimos aprender y gozar de los momentos de vida.

Esta ilustración lo refleja bastante bien: ¿mente llena, o mente plena?


¿Qué sale de la fusión entre el Mindfulness y la Inteligencia Emocional?

Meditar sobre las propias emociones.

Porque paradójicamente: la Atención Plena consiste en entrenar para fijar la atención en la experiencia y ser capaces de que los procesos internos, tales como las ya mencionadas rumiaciones o las preocupaciones, no interfieran o nos desconecten, mientras que la Atención Emocional Plena consiste precisamente en prestar atención plena a nuestro mundo interior, con el fin de no evitar aquellas emociones que son negativas, porque afrontando la emotividad negativa conseguimos reducir el impacto que nos provoca.

En definitiva: el Mindfulness, ya sea centrado en la experiencia externa o interna, es una herramienta que nos sirve para disfrutar de lo bueno de la vida y sobrellevar mejor lo malo.

Mente plena para una vida plena.