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martes, 28 de mayo de 2019

LA FUERZA DEL OPTIMISMO

Desde ahora y, más o menos, una vez cada mes, publicaré algunos de mis posts antiguos más leídos. Así descanso un poco y recordamos ideas muy útiles a las que siempre viene bien hacer un repaso, porque en psicología tan importante es lo que conviene aprender, como desaprender, como recordar.

Esta semana, LA FUERZA DEL OPTIMISMO, un post que publiqué originariamente en  Enero de 2015 y que nos habla de la inutilidad del pesimismo y de cómo el optimismo en cambio nos facilita poner en marcha mecanismos de acción más eficaces.


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¿Te has preguntado alguna vez por qué somos pesimistas? Y no me vale que me digas: "¡No, yo no lo soy, yo soy muy optimista!" Todos hemos sido pesimistas alguna vez.

¿Quién no se recuerda a sí mismo convencido de la derrota de su equipo, o con unas expectativas bastante pésimas respecto a aquella fiesta a la que asistía casi por obligación, o atraído por una persona y diciéndose: "Bah, para qué lo voy a intentar, si seguro que no le intereso".

"¡No era pesimismo, era realismo!" Ya... A ver si nos enteramos: real es lo que está pasando ahora, no lo que aún no ha pasado.

Nuestras predicciones pesimistas son un mecanismo de defensa frente al dolor que puede suponer un fracaso o evento negativo, ante la adversidad. Pero son un mecanismo inválido, inútil. Me explico:

Pongamos el ejemplo del aficionado que piensa que su equipo va a perder. "Fo, seguro que perdemos, tenemos mucho lesionados, el otro equipo llega en muy buena racha, los árbitros la tienen tomada con nosotros..." Se lo dice a sus amigos, que están viendo el partido con él, rodeados de ricos aperitivos y de botellines de cerveza. Pero también se lo dice a él mismo. Es su manera de lanzarle al cerebro el siguiente mensaje: "Si finalmente tu equipo pierde, no debes sufrir, porque ya lo sabías".

El pesimismo pretende prepararnos para la decepción y el dolor al que nos vemos expuestos ante un evento no deseado.

Pero, ¡no sirve! ¿Qué más da que supieras que tu equipo iba a perder? Porque en el fondo, deseabas con todas tus fuerzas que ganase, porque en el fondo mantenías esa ilusión, y cuando finalmente ha perdido, te has sentido muy decepcionado por la derrota. Y por mucho que ocultaras esa ilusión a tus amigos, dentro de ti, el pesimismo no ha podido acabar con ella.

Cuando iniciamos proyectos y nos proponemos metas, sin embargo, el optimismo actúa como una fuerza que nos acerca a nuestro objetivos, porque se produce un ajuste entre las expectativas y el esfuerzo. Es decir:

El pesimismo no nos prepara para hacer frente al fracaso, 
pero el optimismo sí nos prepara para poner los medios hacia el éxito.


Teniendo cuidado de no convertirnos en optimistas ingenuos, pensar que tengo los suficientes recursos personales para afrontar los retos que me proponga y que además la suerte me acompañará, nos dota de fuerza de voluntad, frente al inmovilismo en el que nos sumerge el pensamiento negativo.

Sin embargo, por mucha confianza que tenga en la victoria de mi equipo, eso es algo que no controlo. O por mucho empeño que ponga, a veces las cosas no salen como uno quería. Pero ante esas situaciones, no nos ayuda en nada pensar: "¿De qué ha servido?, no tendría que haber puesto tanto entusiasmo, la próxima vez será mejor que piense que todo va a salir mal y me quede quietecito, así no me llevaré una decepción..."

Siempre sirve. Del fracaso se aprende, en lo malo se crece más que en lo bueno. Y el optimismo para afrontar los retos + la resiliencia para superar las adversidades, son dos motores imprescindibles para el desarrollo personal.

Así que la próxima vez que te tengas que enfrentar a algún desafío, recuerda:


Lo haré bien, y si no, ¡algo aprenderé, y creceré!

De una forma o de otra, así será. Suerte, ¡un abrazo!

martes, 31 de octubre de 2017

SISTEMA DEL MALESTAR

Desde 2015 tengo el orgullo de formar parte del APOLel servicio de Apoyo Psicológico On Line de la Fundación Punset. Una selección de psicólogos de toda España que contestamos consultas en torno a problemas de depresión, ansiedad, estrés, pareja, desamor, y muchos otros.

Desde entonces, una gran cantidad de trabajo, más de 150 consultas publicadas, y una enorme experiencia de aprendizaje que me llevo y que quiero compartir contigo, publicando algunas de las consultas más destacadas que he tenido la oportunidad de contestar.

Esta semana: SISTEMA DEL MALESTAR. Un caso que nos enseña cómo la negatividad, el pesimismo y la autoexigencia excesiva conforman todo un sistema de malestar emocional, y con qué recursos podemos salir de él para diseñar nuestro propio Sistema del Bienestar.

CONSULTA

Tengo 33 años y un expediente académico repleto de títulos que logré sacar mientras trabajaba. Tres quiebras y cierres de tres empresas distintas me han vapuleado. He tenido que deshacer mi hogar dos veces y volver a casa de mis padres, quienes me tratan como si tuviese 6 años. Decidí opositar para buscar una salida profesional que me sacase de las penurias económicas que he tenido que pasar y de las psicológicas que aquéllas han conllevado. Soy una persona de carácter fuerte, muy independiente, mi familia, mis amigos y mi novio me adoran, pero falta un pilar en mi vida que por más que persigo no llega: un empleo estable y no precario. Sin empleo no tengo independencia, ni proyecto de vida propio ni planes de tipo alguno. Me hago mayor y veo que metas como formar una familia se alejan cada día más por esta causa. Siento mucha rabia y odio hacia este sistema del malestar. Estoy absolutamente frustrada.

RESPUESTA

La situación que nos comentas, por desgracia, es muy común en España, ya que en este país existe una tasa de desempleo muy, que ronda el 50% en la población juvenil. Es desolador y ante tal panorama no es raro que sientas esa rabia, ese odio y esa frustración a las que te refieres. Sin embargo, el problema, como casi siempre, no radica en tus emociones, sino en los pensamientos que multiplican el impacto de estas emociones y las vuelven incapacitantes. No puedes cambiar la situación de tu país, así que céntrate en cambiar lo que sí controlas: tu negatividad y pesimismo.

Negatividad porque pones foco de atención en los acontecimientos negativos del pasado (cierre de las tres empresas) y en lo que no tienes: un empleo estable. Empieza a dirigir la atención sobre lo que tienes y lo que puedes hacer ahora: títulos, carácter fuerte, amigos, familia, novio, la posibilidad de opositar o encontrar otro trabajo. Y pesimismo porque piensas que tu situación no cambiará. El optimismo en cambio es una actitud mental que, lejos de conseguir milagros, sí que nos predispone a dirigir mayores esfuerzos en pos de los resultados que esperamos obtener.

Ni la positividad ni el optimismo te van a dar, al menos no directamente, ese empleo estable que tanto ansías. Pero plantéate si lo contrario, si quejarte y lamentarte, te está ayudando, o si meterte presión a ti misma por tener 33 años, es decir: esa autoexigencia excesiva, te hace sentir mejor y te acerca a tus metas. ¿O te aleja? El sistema del malestar externo es algo que depende de muchos factores que tú no controlas, pero tu propio sistema del malestar sí que lo puedes cambiar. Un abrazo.

lunes, 2 de octubre de 2017

¿QUÉ ES SER FUERTE?

De pequeño, una de las primeras cosas que mal aprendí, es que los hombres no lloran.

Luego, las pelis de Schwarzenegger y Stallone me enseñaron que si quieres ser fuerte debes ser un tipo duro.

Y los primeros desencantos amorosos me descubrieron que si no quería sufrir, nunca debía mostrar mis sentimientos.

Y así crecí, como tantos y tantos chavales de mi edad.

Menos mal que un poco de psicología más tarde, y sobre todo, mucho de experiencia después, me enseñaron que la auténtica fortaleza se esconde en:

Las personas que son capaces de llorar... y sonreír tras el alivio de las lágrimas.

Las personas que con sus palabras pueden ir más lejos que lo que la violencia lo hará jamás.

Las personas que tienen la osadía de abrir su corazón sin miedo a que se lo rompan.

Porque no es fuerte aquél que evita el dolor o esconde su vulnerabilidad... sino aquél que comprende su sufrimiento y acepta sus limitaciones.

Y a partir de entonces, es capaz de aprender, superarse y crecer.

Las personas más fuertes que he conocido no llevaban uniformes militares ni portaban semiautomáticas. Las personas más fuertes son las más auténticas, las que se conocen y valoran y por ello se muestran a los demás tal como son.

Las personas más fuertes son aquéllas que más capacidad de amor tienen para dar y para darse a sí mismas.

Las personas más fuertes:

1. Piensan de manera racional y positiva.

2. Comprenden, expresan y regulan sus emociones y las de los demás.

3. Se conocen y valoran.

4. Aprender de las adversidades y fracasos.

5. Ven los retos del futuro como oportunidades.

6. Aman, aman, aman...

Es decir, no tienen biceps de acero ni pecho de hojalata. Tienen Psicología. Psicología Práctica Aplicada a la Vida que, como vemos recientemente por los hechos sucedidos en Barcelona y Las Vegas, se ha convertido en algo imprescindible para sobrevivir.

Ojalá nuestros gobernantes cultivaran esta psicología más a menudo. Pero si no, no pasa nada, mejor no quejarse por lo que no hace el otro que pueda hacer yo:

Este sábado 7 de Octubre Taller de Mindfulness en Emociones. Un taller en Málaga para, a través de la meditación, aprender a convivir con nuestras emociones dolorosas. Para aprender a vivir con dolor y con amor.

Porque no es más fuerte el que huye del miedo o de la tristeza.

¡Es fuerte el que es capaz de abrazarlos!

miércoles, 4 de enero de 2017

LO MEJOR DEL 2016 (y III)

Oro, mirra e incienso fueron los regalos de los Reyes Magos.

Con la tradición, eso evolucionó a: colonias, videojuegos y calcetines, en muchos de los casos.

Pero tradiciones hay muchas, y existe por ejemplo la tradición que dice que los mejores regalos no se pueden tocar, porque las mejores cosas de la vida, no son cosas.

Yo por eso te deseo que en este 2017 te regales mucho tiempo, que te regales mucho amor, y que te regales ilusiones que se transformen en acciones.

Y acompaño este deseo de la última recopilación de las mejores frases, artículos y vídeos publicados en mi Página de Facebook durante el 2016.

Porque lo dicho, las mejores cosas de la vida, no son cosas:




Reveladora charla TED sobre el estrés. Kelly McGonigal:




La importancia de la creatividad en las escuelas. Artículo que explica la visión del genial Ken Robinson. Incluye vídeos de sus charlas en TED. Imprescindible:





Álex Rovira: las falsas creencias.





Patricia Ramírez: el Efecto Pigmalión y la Profecía Autocumplida.







jueves, 1 de diciembre de 2016

¡HASTA PRONTO!

No me voy. Sólo me mudo.

Pero aún así... Me da una lastimilla... :(

Y es que han sido 3 años publicando en El Blog de Gabinete de Psicología Positiva, cada semana (¡cada semana sin falta, que se dice pronto!). Sobre Inteligencia Emocional, Positividad, Bienestar, Crecimiento Personal, Autoestima, Felicidad...

He aprendido tanto, tanto, durante estos tres años, escribiendo para ti (pero no voy a negarlo, también para mí), y he sido tan feliz. Tan feliz gracias a vuestra acogida, a vuestras valoraciones, a vuestras críticas constructivas... Feliz gracias a estar haciendo algo que me gusta, que me enamora, pero también feliz gracias a vuestro apoyo...

... tan feliz que, ¿¿¿cómo iba a dejarlo??? Ni pensarlo. ¡Si esto me da la vida! Escribir, escribirte, escribirme. No, no me voy. Sólo cambio de sitio, y te invito a seguirme, a visitarme de vez en cuando, a entrar para llevarte algo de mí y dejarme algo de ti.

Podrás seguir investigando conmigo la mente humana y buscando insaciable esa bonita quimera de la felicidad, en El Gabinete de David Salinas. Más personal, más mío, pero con la única intención, de hacerlo también más tuyo.

Mientras me voy adaptando a mi nueva casa, que también es tu casa, seguiré publicando en ambos sitios, y a partir de 2017, ya sólo podrás seguirme en mi nueva web. 

Así que, hasta pronto no, ¡hasta prontísimo!

Nos gusta la psicología, nos gusta la autogestión de nuestro bienestar personal, nos gusta a vida... Y ojalá que estos gustos comunes sean los pilares de una relación que dure mucho, mucho tiempo.

Te espero, ¿te vienes? :)

 

miércoles, 23 de noviembre de 2016

ME SÉ LA TEORÍA... PERO CÓMO LA APLICO A LA PRÁCTICA

A todos nos ha pasado. Sí, a mí que soy psicólogo también. Más de una vez. Sí, vale, muchas veces...

Leemos libros de autoayuda o psicología científica, vamos a conferencias y talleres, vemos documentales... Adquirimos un montón de conocimientos útiles para la gestión de nuestras emociones y pensamientos y aún así... ¡Aaaagh, mi vida es un completo desastre, ¿por qué no se me queda nada de lo que he aprendido?!

En este post trataré de dar algunas claves para pasar de la teoría, a la práctica. Comenzamos:
  1. En primer lugar: lo que te pasa es que todavía no has aprendido nada, sino que estás dentro de un proceso de aprendizaje. Después de adquirir conocimientos, toca aplicar esos conocimientos, y para eso se requiere: tiempo, tolerancia a la frustración porque te equivocarás mucho (lo cual es normal y necesario), tiempo, reforzarte a ti misma valorando cuando lo haces bien, más tiempo...
  2. En segundo lugar: tu vida no es un completo desastre, estoy seguro. No puede ir todo mal, no puedes hacerlo todo mal. Quizá lo que te pasa es que pretendes leerte un libro de Jorge Bucay o ver una conferencia TED, y de repente convertirte en el Ser más feliz y más en paz del mundo. No existe ese Ser, nunca te vas a convertir en él, y no pasa nada. Soy psicólogo, colaboro con la Fundación Punset, he escrito un libro, escribo sobre psicología y bienestar semanalmente en este post y... ¡a mí también me pasa! También la cago, como todos. ¿Sabías que Jorge Bucay ha reconocido en alguna de sus obras haber pasado por una depresión? ¿Sorprendente? No, lo más normal del mundo.
  3. Todo lo que leas, escuches o veas, seguramente, aun cuando sea información de calidad, es información general (como estas claves que estoy dando). Si quieres aplicar orientaciones, pautas o estrategias que se dan a nivel general, tienes primero que conocerte muy bien a ti mismo. ¿Cuáles son tus debilidades, cuáles tus fortalezas, en qué fallas, en qué aciertas, qué miedos, traumas, barreras psicológicas, bloqueos o complejos te impiden avanzar, y de qué recursos dispones para superarlos? Por cierto, sí: la terapia psicológica funciona, y mucho, para conocerse mejor a sí mismo y entonces empezar a aplicar la teoría de la autoayuda a nuestro caso particular.
  4. Haz un registro. Apúntate. Digamos que tienes un problema para controlar tu ira. Cada vez que aparezca ese problema, apúntalo: qué desencadenó tu ira, qué sentiste, qué pensaste, cuál fue tu respuesta, cuáles las consecuencias... Esta información te ayudará a estar más alerta la próxima vez. Digamos que luego has adquirido una serie de estrategias para controlar la ira: apuntar las situaciones en las que no has aplicado esas estrategias te aportará una información valiosa para recordar hacerlo la próxima vez; apuntar las situaciones en las que sí has podido aplicarlas también te da una información valiosísima: cuando quiero, puedo, y el resultado entonces, mejora.
  5. Fíjate en aquéllos que han pasado por problemas o situaciones similares a los tuyos y los han superado. Qué hicieron, qué fue lo que les funcionó, qué dificultades encontraron y cómo lograron superarlas. Esta información, al ir dirigida directamente a nosotros, podemos asimilarla mucho mejor que un texto, una conferencia o un vídeo que va dirigido a un público amplio. Tener un modelo, o acceder a él, nos inspira.
  6. Valórate cada paso que des hacia tu objetivo, cada pequeño logro puede ser mucho más importante de lo que piensas. Hace poco hacía un taller en el que una mujer reconocía una fobia a los pollos, y ahora era capaz de ir a la tienda, ver un pollo y saludarlo con un "¡hola!". Para una persona sin esa fobia puede parecer una minucia, pero para ella es toda una osadía. Dale el valor que se merece a cada pequeña gran osadía que te atrevas a hacer, y de la misma manera, relativiza mucho los fracasos porque como ya dije, forman parte del proceso de aprendizaje.
  7. Y por último, pero no menos importante: no subestimes nunca el poder de la actitud. Muchas veces nos obsesionamos con el cómo: "pero cómo lo hago, ¿¿¿cómo???, dame herramientas, por favor, técnicas, estrategias, ¡¡¡soluciones!!!" A veces la única solución posible reside en el darse cuenta: me doy cuenta de que esta forma de pensar y actuar no me sirve y a partir de ahí adquiero la actitud (el compromiso con uno mismo) de cambiar esta forma de pensar y actuar.
Cambia lo que puedas cambiar. Acepta lo que no. El bienestar personal no reside en cómo ser feliz, ya que aprendemos cómo ser felices durante toda la vida, y hay tantas maneras de serlo. Pero la decisión de ser feliz es una, y es una decisión que puedes tomar HOY.

Un abrazo. 

miércoles, 24 de agosto de 2016

EL PESIMISMO: UN MECANISMO DE DEFENSA INVÁLIDO

En 2015 tuve el orgullo de pasar a  formar parte del APOL: el servicio de Apoyo Psicológico On Line de la Fundación Punset. Una selección de psicólogos de diversos puntos de España que contestan las consultas de los usuarios de este servicio, en torno a problemas de depresión, ansiedad, estrés, pareja, desamor... y muchos otros.

Desde entonces, mucho trabajo, más de 120 consultas publicadas, y una enorme experiencia de aprendizaje que me llevo, y que quiero compartir contigo, publicando durante este Agosto una breve recopilación de algunas de las consultas que he tenido la oportunidad de contestar.
 
Esta semana: EL PESIMISMO: UN MECANISMO DE DEFENSA INVÁLIDO, una consulta que nos muestra como el pesimismo, además de predisponernos al fracaso, no nos protege de sentimientos como la decepción o la desilusión, mientras que la esperanza y el optimismo sí que nos ayudan en el camino hacia el éxito. Espero como siempre que guste y sea últil. Abrazos.
 
 
Consulta:

9 meses después de romper una relación de 11 años conocí a un chico con el que llevo 6 meses de relación sin compromiso. Nuestras citas son sólo de tipo sexual. Siempre he desconfiado de él, ya que le idealicé y nunca creí que alguien como él estuviese con alguien como yo, así que acepté este tipo de relación sin compromiso pensando que si llegaba un final no me dolería. Pero me equivoqué, y cuando mis amigas lo vieron con otra chica me llevé un gran disgusto. No le culpo porque él nunca me prometió nada y fui yo quien no fue sincera ni con él ni conmigo misma. Ahora no sé qué hacer, me gustaría ser asertiva y expresar mis sentimientos, pero me da miedo la humillación y su negativa, estoy convencida de que él no siente nada por mí y valoro dejar la relación sin más porque seguro que ni siquiera le importa, ya que estará ocupado con otra. Hace un par de años estuve en tratamiento psicológico por mi anterior pareja y me aterra pensar que vuelva a recaer.
 
Respuesta:
 
Tu caso es muy ejemplarizante: el pesimismo es un mecanismo de defensa. Si pienso que no tendré éxito, creeré que si luego efectivamente fracaso, la decepción no será tan grande. Sin embargo, con esa actitud negativa, nosotros mismos estamos poniendo los cimientos del fracaso, ya que nos predisponemos a él, y aparece entonces lo que conocemos como profecía autocumplida: una creencia que al final se cumple porque nosotros, de forma no intencionada, facilitamos que se cumpla. En tu caso: creíste que no eras lo suficientemente válida para estar con él, eso llevó a abandonar cualquier intento de compromiso serio entre los dos y, sin compromiso, ¿qué le impedía a él conocer a otra chica?

El pesimismo es además un mecanismo de defensa totalmente inválido, y tú lo has experimentado. No te comprometiste con él porque pensabas que así, si llegaba un final, no te dolería, y sin embargo... ¡te ha dolido lo mismo! Ahí radica la ineficacia del pesimismo, porque a través de él pretendemos suprimir sentimientos como la ilusión, la esperanza, o el enamoramiento. Pero los sentimientos no se pueden suprimir, y es más, son precisamente ese tipo de sentimientos los que nos predisponen al éxito, justo lo contrario que el pesimismo.

Y ahora sin embargo vuelves a tener pensamientos pesimistas, adelantando humillación e indiferencia por su parte, y sufrimiento psicológico por la tuya. El dolor ante un rechazo es superable. Pero la auto-decepción por no intentarlo se enquista, ya que entonces siempre estaremos con el ¿¿¿y si??? Atrévete por tanto, como tú misma propones, a hablar con él, de forma honesta y asertiva, reconociéndole lo que sientes. Y si finalmente sucediera lo peor, ten confianza en que lo superarás. No tengas miedo al dolor, forma parte de la vida. Suerte, un abrazo.

miércoles, 17 de agosto de 2016

LA DESESPERANZA FRENTE A LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS

En 2015 tuve el orgullo de pasar a  formar parte del APOL: el servicio de Apoyo Psicológico On Line de la Fundación Punset. Una selección de psicólogos de diversos puntos de España que contestan las consultas de los usuarios de este servicio, en torno a problemas de depresión, ansiedad, estrés, pareja, desamor... y muchos otros.

Desde entonces, mucho trabajo, más de 120 consultas publicadas, y una enorme experiencia de aprendizaje que me llevo, y que quiero compartir contigo, publicando durante este Agosto una breve recopilación de algunas de las consultas que he tenido la oportunidad de contestar.

En esta semana: LA DESESPERANZA FRENTE A UNA SITUACIÓN COMPLICADA, un problema, lamentablemente, muy común hoy por los tiempos que corren, pero para el que existen soluciones. Espero que sea de utilidad. Muchos abrazos.

Consulta:

Yo era una persona que vivía muy bien, con estabilidad económica, tenia todo, hasta que empecé a ayudar con dinero a algunas amistades y a mi pareja y mi vida comenzó a decaer. Me siento desesperada, estoy al borde de un infarto, mi situación económica está en quiebra, todas las personas a las que pedí ayuda me dieron la espalda, los bancos me acosan con los cobros, el negocio que puso mi pareja está al borde de la quiebra y hasta su familia le ha dado la espalda. No sé qué hacer, he pensado en el suicidio. Tengo un hermano mayor al que todavía no he pedido ayuda y no sé si contarle o no; él es una persona muy recta y no sé cuál será su reacción al enterarse. Si al menos hubiera alguien que me ofreciera la mano. Gracias por escucharme...

Respuesta

Una situación de estrés económico como la que nos cuentas es muy complicada y lleva asociada consigo estados emocionales muy intensos y difíciles de gestionar, como la desesperanza. Sin embargo, es importante que te des cuenta de que mantener el foco de atención en el problema, en lo que se ha perdido, o en tu propio estado de ánimo, no te va a servir para sacarte de la situación y mucho menos para hacerte sentir mejor. Hay que, por mucho que se haya intentado, persistir en la búsqueda de soluciones.


Por ejemplo: está más que demostrada la importancia que tiene el apoyo social en las personas que deben hacer frente a graves complicaciones económicas. Tú dices que ya has pedido ayuda, pero, ¿has explorado todas las posibilidades? ¿Por qué no has pedido ayuda a tu hermano? ¿Qué es lo que temes o lo que sientes ante la perspectiva de hacerlo? ¿Acaso no has ofrecido tú ayuda a otros en el pasado? ¿Y ahora no la mereces?


A través del apoyo social no puedes encontrar sólo ayuda económica, sino distintos tipos de recursos: emocionales, instrumentales, informativos y evaluativos. Por eso es importante que también acudas a los servicios sociales de tu comunidad: entidades públicas, asociaciones, fundaciones, colectivos, etc. Te ayudarán a guiarte en esa búsqueda de soluciones tan importante ahora mismo para ti, y también a darte cuenta de que no estás sola en esta batalla, que hay más gente librándola, y personas que han pasado por tu misma situación y siguen adelante, o al menos, están en ello. Ánimo, un abrazo.



miércoles, 20 de abril de 2016

LA SOLUCIÓN DEFINITIVA PARA DEJAR DE ESTAR PARADO

8 años desde la crisis, 5 millones de desempleados en España, muchos de ellos de larga duración... ¿Y un psicólogo va y viene a decir que tiene la solución definitiva para dejar de estar parado? Me suena a los feriantes que vendían la pócima mágica para que creciera el pelo.

El asunto, la verdad, no es para tomárselo a broma: la situación de desempleo lleva con mucha frecuencia a que la persona no se valore y piense que es una fracasada, a culpabilizarse de lo sucedido, y a presagiar un futuro negro. Todo ello le provoca estados de depresión y ansiedad.

Así, se han identificado 3 Fases Depresivas de la persona en situación de desempleo:
  1. Negación. Al principio se toma como una etapa de transición, y se aprovecha el tiempo para descansar, recuperar aficiones o amistades perdidas, hacer papeleo, etc.
  2. Angustia. Esta sensación crece a medida que la persona comprueba que no encuentra trabajo, que se acerca el fin de la prestación...
  3. Resignación. La persona pasa de pensar que su situación era una etapa de transición a concluir que es permanente, fija e inamovible. Empieza la apatía, la desgana, la pérdida de relaciones... La persona... se para.
Y ahí está el gran error. Ahí es cuando la persona en situación de desempleo empieza a cavar su propia tumba. Pero si lo sabemos, si tomamos conciencia de ello, seremos capaces de soltar la pala y salir del hoyo.

Este post no va dirigido a darte una clave misteriosa que nadie conocía y que te va a asegurar que encuentres trabajo, eso no existe. Este post, como indica su título, te va a dar la solución definitiva para dejar de estar parado. Y ésta es:

Deja de pensar que eres un parado.

Porque es ése pensamiento el que te hunde en la Fase de Resignación. Pasas de hacer una atribución inestable, específica y controlable de tu estado, a convertirla en algo permanente, global e incontrolable. Y cometes además el error más grave de todos: ya no piensas que eres una persona en situación de desempleo, ahora... eres un parado.

Odio esa palabra. Parado. Os haré una confesión: he estado en situación de desempleo varias veces en mi vida, y sin embargo, creo que no he trabajado nunca tanto como cuando he estado en esa situación. Porque la búsqueda de trabajo, es también un trabajo.

Estar desempleado no es sinónimo de estar parado. Es más, si quieres salir de la corriente depresiva a la que te empuja la situación de desempleo, no diré ya si quieres salir de la situación de desempleo encontrando un trabajo, porque es cierto que eso no depende sólo de ti sino de factores externos, pero si al menos quieres no deprimirte: MUÉVETE.

Estar en situación de desempleo no te impide: colaborar, cooperar, ayudar, participar, buscar, aprender, disfrutar, hacer deporte, cuidar tus relaciones familiares y personales...

Especialmente importante esto último, porque uno de los errores que comenten las personas en situación de desempleo que se encuentran en la Fase de Resignación, es dejar de lado las relaciones, y éstas suelen ser una de las ayudas más importantes para encontrar empleo. Es mucho más efectivo tirar de agenda y llamar a una persona con la que no tenías contacto desde hace tiempo y que te pueda echar un cable, que mandar 1000 currículums.

Una vez que salgas de la Fase de Resignación, y entres en la 4ª fase, la Fase de Reactivación, te darás cuenta de que tú eres tú, y tu yo, inabarcable y en continua transformación, no se puede delimitar a una simple etiqueta, la de "parado". Tú no eres un parado, tú ni siquiera estás parado, porque no dejas de moverte, tú estás en una situación de desempleo que es transitoria, específica, y que aunque no dependa exclusivamente de ti, puedes hacer muchas cosas para salir de ella.

La primera y fundamental: aprovéchala para conocerte mejor. Una situación de desempleo es una situación de crisis, y la crisis supone una oportunidad de crecimiento. Aprovecha tu crisis personal para conocer cuáles son tus fortalezas y tus motivaciones, y que ese conocimiento te sirva de guía para emprender un nuevo camino en tu búsqueda.

Para ser un apoyo en esa búsqueda, la semana del 9 al 13 de Mayo estaré dando, junto a la Consultora Semillas de Empleo, en Málaga, el Taller de Mejora del Candidato en Búsqueda de Empleo, una formación para mejorar las habilidades personales, y por ende, la empleabilidad del candidato a un puesto de trabajo.

Espero que puedas asistir, y si no puedes, al menos, recuerda: ¡no te quedes parado! El movimiento es acción y la acción, tarde o temprano, tiene su repercusión. Abrazos.

miércoles, 23 de marzo de 2016

COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA SEA UNA PUTA MIERDA

Sí, hablemos claro, para qué maquillar, para qué tanta pulcritud.

Hay muchas cosas que podemos hacer para que la vida merezca la pena, o la alegría. Actividades que promueven estados emocionales de felicidad y paz. El deporte, las relaciones sociales, la ayuda, la gratitud, la meditación...

En fin, para qué continuar. Supongo que ya habrás leído un montón de posts con listas de tips para ser feliz (yo mismo he escrito alguno ). Pero, ¿y qué pasa con aquello que nos hace ser infelices?

En primer lugar, la felicidad, que como siempre digo: no es una meta, sino una búsqueda incesante, nace de dentro. Es una actitud. Pero fuera de nosotros encontramos una gran variedad de fuentes que refuerzan esa actitud. O que nos la minan. Y es que, como reza el slogan del Gabinete:

La felicidad no es lo que te pasa. Es lo que haces.
Y debería añadir: y lo que no haces.

Veamos algunas de las cosas que puedes evitar hacer para allanar tu camino hacia la felicidad, o hacer para llenarlo de baches y piedras:
  • En primer lugar, difícilmente de una actitud negativa puede salir un estado de ánimo positivo. Así que si quisieras joderte profundamente la vida: quéjate, laméntate mucho y nunca pares de preocuparte por todo. Conviértete en un gruñon pesimista y llorica y serás ¡el supercampeón de los amargados!
  • Rodéate de gente muy, muy tóxica. Es decir: gente que no pare de quejarse, lamentarse y preocuparse. O que te trate mal. O que no tenga ningún interés en común contigo. Que a ti te gusta la música rock, sal con gente a la que le mole el electro-latino. Que no te gusta el fútbol, qué más da, trágate un Celta-Numancia de Dieciséisavos de la Copa del Rey, ¡si lo importante es no estar solo, que todos sabemos que la soledad es muuu mala
  • Precisamente, como la soledad es tan mala, otra cosa que tienes que hacer para que tu vida sea una auténtica boñiga, es: echarte una pareja sólo por su físico, por su posición económica o porque es la primera que te ha hecho caso. Qué más da cómo sea o cómo te trate. Lo importante es que podáis casaros y celebrar una boda carísima con muchas estupendísimas fotos que colgar en Facebook, para que la gente ya no pueda hacerte esa incomodísima pregunta de "Ah, ¿pero todavía sigues soltera/o?" ¡Que la ansiedad de seguir desposado a los treinta y picos todos sabemos que es insoportable!
  • Por supuesto, cómo no: si quieres tener una vida que sea una puta
    mierda, imprescindible tener un trabajo que sea una puta, puta mierda. Si total, la satisfacción personal que te reporte, bah, eso es lo de menos, lo importante es el sueldo, la estabilidad, que no te llueva encima... Olvídate de trabajar en algo que te guste, que eso es para gente poco centrada y para actores, que vienen a ser lo mismo.
  • Ten sexo, ten mucho sexo a destajo. Pero un no parar de sexo. ¿Con quién? Aaaanda ya, ¡con quien sea! ¿Ahora me vas a venir con reparos? Lo importante es meterla, o que te la metan, para que luego ¡no pueda decir nadie de ti que eres un puto friki! Si ten sientes segura/o con esa persona, si es satisfactorio, si lo estás haciendo porque quieres en lugar de porque crees que debes, o si sientes una sensación de vacío tras haber consumado el acto, ¡todo eso son trampas mentales! Que lo que importa no es lo que sientas, es poder contarlo.
  • Ni se te ocurra, pero vaya, ni se te ocurra ni por un momento, ni se te pase por la cabeza, hacer lo que te gusta, ¡tú haz lo que haga el resto de la gente y punto! Que a ti no te hace mucha gracia el tema de los selfies, ¡estás loco! ¿Acaso quieres que la gente deje de enterarse de lo que has hecho, dónde y con quién? ¡Sería como si no lo hubieras hecho nunca! La gente pensaría que eres un lobo solitario, o que no estás en la onda (¿se sigue usando esa expresión?, la verdad: me la suda), ¡y eso es absolutamente insoportable para el ser humano!
  • Y ya para rematar, si quieres que tu vida sea una puta mierda como una catedral de grande: ocúpate única y exclusivamente de producir-consumir, producir-consumir, producir-consumir... Todos los momentos que te dediques a ti mismo, al descanso, al ocio... ¡son una pérdida total de tiempo! Trabaja mucho, sin descanso, para poder tener una casa, un coche, mucho dinero con el que poder comprar montones de cosas, porque de todos es sabidos que eres lo que tienes. Eso que dicen por ahí de que al final tú no posees las cosas sino que ellas te poseen a ti... ¡eso lo dicen los pobres!
En fin, hazme caso, sigue todas estas sencillas reglas, y conseguirás tu Máster de Amargado Profesional. Tu vida será una mierda, pero tu jefe, tu pareja y tus amigos estarán contentísimos con el pelele en el que te habrás convertido.

O eso o simplemente intenta ser feliz. Que la vida son cuatro días, dos te pilla lloviendo, uno te mean encima, y el cuarto... El cuarto pueden pasar (puedes hacer) cosas realmente maravillosas.

De ti depende. Un abrazo.


 

miércoles, 30 de diciembre de 2015

LO MEJOR DEL 2015 (II)

Seguimos haciendo un repaso de lo mejor publicado en el 2015 en la página de Facebook de Gabinete de Psicología Positiva. A punto de comenzar el 2016... ¡feliz Año Nuevo a todos!




Sin duda entre los mejores momentos del año se encuentra el Taller de Musicoterapia que hice con Maca Martínez, y del que salieron estas dos preciosidades musicales. ¡Inolvidable!




 



Artículo que publiqué en Psicocode sobre el duelo por ruptura sentimental y cómo superarlo: El Duelo Romántico. 



Así despedí yo el año 2014, con este fantástico Número Musical de José Mota y Ruth Lorenzo, inundado de positividad, la misma que os deseo para todo el año que viene, para toda la vida. ¡Un abrazo!

 

martes, 14 de julio de 2015

RESETEANDO EL ESQUEMA MENTAL NEGATIVO

Pensar es, en gran medida, hacer atribuciones sobre lo que nos pasa.

Y las atribuciones son los "por qué" que buscamos a lo que nos pasa. Estos "por qué" están definidos por 3 dimensiones:
  1. Dimensión de estabilidad/inestabilidad. Si aquellos que nos pasa es permanente o transitorio.
  2. Dimensión de globalidad/epecificidad. Si pasa en cualquier ámbito o situación, o en una o algunas en particular.
  3. Dimensión de locus de control externo/locus de control interno. Si lo que nos pasa depende de factores externos o personales.
Se ha observado en Psicología que, dependiendo de las atribuciones que hagamos de los eventos de nuestra vida, se puede hablar de patrones más o menos fijos de pensamiento: un esquema mental.
 
Así, un Esquema Mental Negativo sería:
 
Pensar que lo malo me va a suceder siempre, en todas partes,
y que no hay manera de cambiarlo.
 
Este patrón de pensamiento está influido por dos tipos de sesgos cognitivos:
  1. El pensamiento polarizado. La evidencia empírica nos demuestra que los "blanco" y "negro" son muy poco habituales, y que la vida se conforma más bien de distintas tonalidades de grises. Irse a los "siempre", "nunca", "en cualquier parte", o "bajo ninguna circunstancia", es irse a extremos poco realistas y funcionales.
  2. El sesgo de atribución externa. Es propio de personas supersticiosas o muy creyentes y que piensan que su vida está controlada por entes intocables: la suerte, el sistema, Dios o el Destino. Hay cosas que controlamos y otras que no. La clave está en distinguir.
Este Esquema Mental se ha ido programando a través de la interacción entre nuestros genes y el entorno, y los primeros años de aprendizaje son muy importantes para su formación.
 
Pero todo lo que se programa se puede resetear. Claves para hacerlo:
  1. Haber leído este post es un buen primer paso.
  2. Porque ahora, si le dedicas atención a tus pensamientos...
  3. ... podrás detectar cuándo te estás yendo a los polos o cuándo te estás echando culpas que no debes o cuándo dejando de actuar sobre problemas que sí que puedes modificar.
  4. Y ya sólo queda: cambiar el chip, y...
  5. ... tener paciencia y constancia.
Porque una programación que ha podido durar años y décadas no se va a cambiar en dos días. Pero merece la pena el esfuerzo: el Esquema Mental Negativo produce pesimismo y sensación  de indefensión que desembocan en estados del ánimo depresivo.

La solución (definitiva) para ser un poquito más felices no se encuentra en pensar en positivo. ¡Acabemos con las viejas y simples fórmulas de la felicidad! La solución pasa por pensar sano. Y eso implica acabar con los sesgos cognitivos y patrones disfuncionales que distorsionan nuestro pensamiento.

Porque, como ya bien sabes: no es tan importante lo que nos queda por aprender, como todo lo que podemos desaprender. Abrazos.