martes, 31 de mayo de 2016

LA AVENTURA DE DEJAR DE FUMAR

Hoy es el Día Mundial Sin Tabaco. El consumo de esta droga legalizada es una de las primeras causas de mortalidad. Sin embargo, el tratamiento psicológico para superar la adicción a la nicotina se lleva aplicando desde hace décadas, con éxito. Por eso, he aquí una serie de orientaciones que te pueden ayudar a convertirte en un Nuevo No Fumador.

3 Fases para superar la adicción al Tabaco:
  1. Fase de preparación. Lo primero que tiene que hacer una persona que quiere dejar el tabaco es... ¡querer dejar el tabaco! Tiene que estar convencido de que quiere hacerlo, y motivado para hacerlo. No puedes obligar a nadie a dejar el tabaco, por mucho que sepas que le conviene. No te cargues la responsabilidad que le corresponde a otro para dejar su vicio al tabaco. Conozco gente que se ha sentido culpable por no conseguir que un familiar, que finalmente murió por su consumo de tabaco, dejara de fumar. ¡No eres tú quien toma esa decisión! Lo que si puedes hacer es ayudar a alguien que quiere dejarlo pero no se atreve porque no sabe si será capaz o porque intuye que lo pasará mal. ¡Claro que lo pasará mal, los síntomas de la dependencia son muy molestos! Pero se superan. Muéstrale que los beneficios que conseguirá son mucho más importantes: estar más sano, vivir más y mejor, recuperar el olfato y el sabor, respirar más intensamente... Y trata de convencerle de que puede hacerlo enseñándole modelos positivos de tu entorno, personas que conozcas que han conseguido dejar de fumar. Sé un apoyo, un motivador, un compañero... Pero nunca te cargues ese peso sobre tus hombros si eres tú la persona no fumadora.
  2. Fase de abandono. Una vez que has tomado la decisión: actúa. Deja el tabaco. ¿Poco a poco o de golpe? Si bien hay estudios que avalan que es más eficaz dejarlo de forma abrupta, hay otros que defienden que dejarlo poco a poco puede servir para quienes hacerlo de golpe les genera mucha ansiedad. La clave: confía en ti. Tú quieres hacerlo, y puedes hacerlo, y eso es mucho más importante que el método que escojas que, en cualquier caso, no será perfecto. Consejos para esta fase: sustituye el hábito de fumar por un hábito sano (hacer deporte, pasear, escapadas a la naturaleza...); evita el estrés, en la medida de lo posible, y aquellos ambientes o personas más ligados a tu consumo de tabaco; y como en la primera fase, el apoyo social es un facilitador del éxito: que tu familia, amigos, compañeros, etc., sepan que estás dejando de fumar y te refuercen verbalmente por ello (por cierto, hazlo tú también, recuerda que eres la persona con quien más hablas a lo largo del día). Puede ser que el apoyo social no sea suficiente y te venga bien un apoyo profesional: un médico, un psicólogo, ambientes comunitarios... Si es así, ¡estupendo!, ¿cuál es el problema?, estás librando una de las batallas más importantes de tu vida, así que cualquier ayuda vendrá bien.
  3. Fase de mantenimiento. En esta fase, además de seguir haciendo todo lo demás, prestamos especial atención a las recaídas. Un primer cigarrillo después de mucho tiempo sin fumar (porque alguien te lo ha ofrecido y te ha pillado con la guarda baja, porque estás atravesando una etapa de estrés...), puede significar la excusa perfecta para bajar los brazos y decir: "¡Hala, ya está, tenían razón todos los que no creían en mí, soy un fumador y nunca dejaré de serlo, no puedo con esto!", pero por mucho que te digas estas palabras, no dejarán de ser una excusa para justificarte el tirar la toalla. O por el contrario, ese primer cigarrillo, no tiene por qué ser interpretado como algo más que una anécdota. Las recaídas son algo que se presupone en cualquier proceso de desintoxicación. En esta aventura, está permitido dar pasos hacia atrás, porque esos pasos no te devuelven al principio de la carrera. Si lo haces, si te sucede, míralo así, como un simple paso atrás que no te saca del camino sino que te sirve para ponerte en alerta y seguir atento sobre la dirección que te has macado. No dejes la carrera, continúa, y que tu recaída te haga más fuerte para llegar hacia la meta.
Cada día hay personas que mueren a causa del tabaco. Pero también cada día hay personas que consiguen dejarlo y disfrutar más así de su salud y de su tiempo con los suyos. Espero, de corazón, que este post te inspire para convertirte en una de esas personas. Tú, y nadie más que tú, puede hacerlo. Y estoy convencido, de que serás capaz de hacerlo. Un abrazo y besos... sin humo.

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